Inflación en México alcanza su nivel más bajo desde 2021 pese a la cuesta de enero

Ciudad de México. En un inicio de año marcado tradicionalmente por incrementos en precios de productos y servicios esenciales, México logró una desaceleración en la inflación al consumo, alcanzando niveles no vistos desde principios de 2021. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se situó en 3.69% anual durante la primera quincena de enero de 2025, superando las expectativas del mercado y consolidándose por quinta quincena consecutiva como un indicador a la baja.

Este dato representa una disminución respecto al 3.99% registrado en la quincena previa y quedó por debajo de la previsión media de economistas encuestados por Banamex. De esta forma, la inflación general en México acumula ya dos quincenas consecutivas dentro del rango objetivo establecido por el Banco de México, que oscila entre el 3% y el 4%. Este logro pone fin a un periodo de 91 quincenas en las que la inflación se mantuvo fuera del objetivo del banco central, un indicador que refleja el éxito de las políticas económicas y monetarias implementadas.

El descenso en precios de productos y servicios como el transporte aéreo, los servicios turísticos en paquete y algunos alimentos básicos fue determinante para aliviar la tradicional “cuesta de enero”. Estos productos, que suelen tener una fuerte demanda durante las vacaciones decembrinas, experimentaron una baja en sus precios, reduciendo su presión sobre la inflación general. Entre los productos que más destacaron por registrar disminuciones están el jitomate, el huevo, el tomate verde, la cebolla, los hoteles y los servicios turísticos en paquete.

No obstante, algunos productos y servicios esenciales reflejaron incrementos que impactaron el bolsillo de los mexicanos. Entre ellos destacan las loncherías, fondas, torterías y taquerías, así como la gasolina de bajo octanaje, la electricidad, los cigarrillos, el pollo y los derechos por suministro de agua. Estos aumentos son característicos del inicio de año y responden a ajustes estacionales y regulatorios.

En cuanto a los componentes de la inflación, el índice de precios subyacente, que excluye la energía y los alimentos frescos para determinar la tendencia de precios en el mediano y largo plazo, mostró un aumento quincenal de 0.28% para ubicarse en una tasa anual de 3.72%. Por su parte, el índice de precios no subyacente, que considera productos agropecuarios y energéticos, registró una caída quincenal de 0.04%, lo que contribuyó a alcanzar una variación anual de 3.60%.

Estos resultados destacan la resiliencia de la economía mexicana ante los retos globales y locales. A pesar de los aumentos en servicios como restaurantes, transporte y suministros básicos, la desaceleración general de la inflación permite que el poder adquisitivo de las familias mexicanas se mantenga en un mejor nivel. El Gobierno de México continuará monitoreando las variables económicas para garantizar la estabilidad de precios y proteger el bienestar de la población.

Este desempeño inflacionario, más allá de los ajustes de inicio de año, representa un respiro para la economía nacional y un paso firme hacia la consolidación de la estabilidad macroeconómica.