¡Increíble! Salarios contractuales en México alcanzan su mayor nivel desde 2020
Según las últimas estadísticas oficiales, el promedio real de los salarios contractuales en México experimentó un crecimiento del 2.88 por ciento en abril. Este dato no solo marca la sexta alza mensual consecutiva, sino que también representa el nivel más alto observado desde diciembre de 2020.
De acuerdo con los datos publicados por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, durante el cuarto mes del año, el promedio del aumento nominal acordado en las negociaciones en la jurisdicción federal fue del 9.3 por ciento. Sin embargo, al descontar el efecto de la inflación, este incremento se tradujo en un aumento real del 2.88 por ciento.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que la inflación en abril fue del 6.25 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este indicador se mantiene por encima del objetivo establecido por el Banco de México (Banxico), que es del 3 por ciento, con un margen de un punto porcentual hacia arriba o hacia abajo.
Los datos de abril reflejan el mayor incremento en los salarios contractuales en los últimos 29 meses y la sexta alza consecutiva, marcando así un nuevo periodo de mejora en el poder adquisitivo de las remuneraciones vinculadas a las revisiones contractuales. Esto ocurre después del impacto causado por la acelerada inflación provocada por la pandemia y la guerra en Ucrania.
En octubre del año pasado, culminó un periodo de 19 meses en el que el promedio de los salarios contractuales experimentó altibajos, principalmente contracciones. La mejora en este indicador comenzó en noviembre de 2023, pero fue en enero cuando este avance se amplió, impulsado en ese entonces por el aumento del 20 por ciento en el salario mínimo general para este año.
En lo que va del 2023, el promedio nominal de los salarios contractuales ha aumentado un 9.2 por ciento, lo que, en términos reales, se traduce en un incremento del 1.83 por ciento. Esto demuestra una mejora en el poder adquisitivo de los trabajadores, a pesar de la persistente inflación.
En cuanto al sector privado, los trabajadores experimentaron un aumento nominal promedio del 9.4 por ciento en sus remuneraciones, que, al descontar el efecto de la inflación, se tradujo en un avance del 2.92 por ciento en términos reales. Por otro lado, en tres empresas del sector público, los empleados obtuvieron un incremento del 4.4 por ciento, lo que se tradujo en una contracción real del 1.76 por ciento.
Al analizar por sectores, se observa que los trabajadores corporativos lograron un incremento salarial del 20 por ciento en términos nominales, pero esto se tradujo en un alza real del 12.94 por ciento. En contraste, los empleados de servicios profesionales, científicos y técnicos obtuvieron un aumento nominal del 0.9 por ciento, lo cual representó una contracción del 5.04 por ciento en términos reales.
Estos datos revelan la disparidad en los incrementos salariales entre los distintos sectores de la economía. Mientras que los trabajadores corporativos disfrutaron de significativas mejoras en sus ingresos, aquellos empleados en servicios profesionales, científicos y técnicos experimentaron una contracción en su poder adquisitivo.
La tendencia al alza en los salarios contractuales es un indicio alentador para los trabajadores, ya que representa una recuperación gradual después de un periodo prolongado de contracciones y ajustes en las remuneraciones. El aumento del salario mínimo general para este año ha contribuido a impulsar estos incrementos y a mejorar la situación financiera de muchos empleados.
No obstante, es importante destacar que la inflación aún se mantiene por encima del objetivo establecido por el Banco de México. A pesar de los esfuerzos para contenerla, factores como la pandemia y los conflictos internacionales continúan generando presiones inflacionarias en la economía del país.
El Gobierno y las autoridades competentes deben seguir trabajando en políticas y medidas que fomenten un crecimiento económico sostenible y que permitan mantener un equilibrio entre los incrementos salariales y la estabilidad de precios. Esto garantizará que los trabajadores puedan disfrutar de un verdadero aumento en su poder adquisitivo, sin que se vea erosionado por la inflación.
Asimismo, es fundamental que las empresas promuevan una distribución justa y equitativa de los beneficios económicos, asegurando que los aumentos salariales se reflejen de manera adecuada en los ingresos de los trabajadores. Esto no solo fortalecerá la economía interna, sino que también contribuirá a reducir las desigualdades y a mejorar la calidad de vida de la población en general.
En resumen, los datos revelados por las estadísticas oficiales indican un crecimiento sostenido en los salarios contractuales en México. El promedio real ha experimentado un aumento significativo en los últimos meses, marcando un periodo de mejora en el poder adquisitivo de los trabajadores. Sin embargo, la inflación aún representa un desafío, por lo que es necesario seguir trabajando en medidas que promuevan un equilibrio entre los incrementos salariales y la estabilidad de precios.