¡Impresionante aumento de remesas en México! Chiapas se convierte en un imán para el dinero de migrantes centroamericanos
El flujo migratorio proveniente de Centroamérica hacia México, con destino final en Estados Unidos, ha comenzado a tener un impacto significativo en el movimiento de remesas dentro del territorio nacional. Según datos oficiales y la opinión de expertos, el monto de remesas recibidas en el estado de Chiapas, uno de los estados con mayores índices de pobreza en el país, ha experimentado un incremento del 282 por ciento en los últimos tres años, colocándose como la cuarta entidad con los flujos más altos, solo por detrás de Jalisco, Michoacán y Guanajuato.
De acuerdo con cifras proporcionadas por el Banco de México (BdeM), al cierre del primer trimestre de 2023, las familias en Chiapas recibieron remesas por un valor de 956.6 millones de dólares. En contraste, durante el mismo periodo en 2020, este monto ascendía a 250.5 millones de dólares. En otras palabras, desde el inicio de la pandemia hasta la fecha, estos ingresos casi se han cuadruplicado.
Jesús A. Cervantes González, director general del Foro de Remesas del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla), explicó que este fenómeno se debe, en parte, a la gran cantidad de migrantes centroamericanos que transitan por Chiapas en su camino hacia Estados Unidos, así como a aquellos que deciden establecerse en la región y, por consiguiente, reciben envíos de recursos económicos desde el extranjero.
“Es cierto que en Chiapas hay migrantes en tránsito que reciben remesas y hay otros migrantes que ya se quedaron a vivir en ese estado y también las reciben. Este es un efecto que también se observa en Tijuana, donde tanto mexicanos como personas de países centroamericanos reciben remesas. Son migrantes en tránsito”, explicó Cervantes González.
No obstante, el especialista aseguró que otro factor importante que contribuye a este aumento es la mejora en la remuneración de los migrantes mexicanos en Estados Unidos, país del cual proviene más del 90 por ciento de los envíos de divisas que México recibe anualmente.
Según los datos del BdeM, en el primer trimestre de 2020, Chiapas ocupaba el puesto 14 entre los estados que más remesas recibían en el país, por debajo de Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Estado de México, Ciudad de México, Chihuahua, Baja California, Guerrero, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Veracruz y Zacatecas.
En este sentido, Juan José Li Ng, especialista en remesas de BBVA, destacó que durante el primer trimestre de 2023, los envíos de remesas a Chiapas ascendieron a 957 millones de dólares, lo que representa un aumento del 58.6 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Li Ng resaltó que las cuatro regiones económicas de Chiapas que colindan con Guatemala han experimentado algunos de los mayores incrementos en el flujo de remesas en los últimos dos años. Estas regiones son Selva Lacandona, Meseta Comiteca Tojolabal, Sierra Mariscal y Soconusco. Este fenómeno puede explicarse por el constante movimiento de migrantes centroamericanos en la región.
Según los datos del BdeM, durante el tercer trimestre de 2023, no hubo ningún estado en el país que experimentara un crecimiento similar al impresionante 58 por ciento registrado en Chiapas. De hecho, el promedio nacional fue de tan solo el 11 por ciento.
Cervantes González prevé que para abril del próximo año, México alcance la cifra récord de 60 mil millones de dólares anuales en remesas, lo cual sería un hito sin precedentes para un periodo de 12 meses consecutivos. Según señaló, esta cantidad representa el 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y está dirigida directamente a la población de menores recursos del país, beneficiando a aproximadamente 4.9 millones de familias. Gracias a estos envíos de remesas, se estima que los ingresos de estas familias aumentan hasta en un 30 por ciento.
El incremento significativo en las remesas hacia Chiapas refleja la compleja realidad migratoria que se vive en la región. La proximidad geográfica de Chiapas con Centroamérica y su posición estratégica como ruta de tránsito hacia Estados Unidos, convierten a este estado mexicano en un punto clave para la migración centroamericana. La pobreza y las dificultades económicas en los países de origen impulsan a miles de personas a buscar nuevas oportunidades en el norte, lo que ha generado un flujo constante de migrantes que pasan por Chiapas en su camino hacia la frontera estadounidense.
No obstante, no todos los migrantes son solo de paso por Chiapas. Muchos de ellos deciden quedarse en el estado, ya sea por elección propia o debido a circunstancias adversas en su travesía. Esto ha llevado a un aumento en la población migrante asentada en la región, generando una demanda creciente de servicios y recursos. Las remesas enviadas por aquellos que han logrado establecerse en Chiapas son un importante sustento económico para ellos y sus familias, contribuyendo así al desarrollo local.
La situación en Chiapas guarda similitudes con la realidad en Tijuana, ubicada en la frontera norte de México. En esta ciudad también se observa un flujo constante de migrantes tanto mexicanos como centroamericanos, muchos de los cuales reciben remesas de sus familias en el extranjero. Tijuana se ha convertido en un punto de encuentro y descanso para aquellos que buscan cruzar la frontera hacia Estados Unidos, lo que ha generado una dinámica migratoria compleja y la necesidad de recursos económicos para sostenerse durante su estancia en la ciudad.
El incremento en las remesas refleja no solo la realidad migratoria, sino también la importancia de los migrantes mexicanos en la economía estadounidense. Los mexicanos constituyen una parte fundamental de la fuerza laboral en diversos sectores de Estados Unidos, y su contribución económica se refleja en los envíos de remesas a sus familias en México. El aumento en las remuneraciones de los migrantes mexicanos en Estados Unidos ha sido un factor determinante en el crecimiento de estas remesas. Con mejores salarios, los migrantes pueden enviar mayores cantidades de dinero a sus seres queridos en México, lo que tiene un impacto directo en la economía de las regiones receptoras.
El fenómeno de las remesas no se limita únicamente a Chiapas y Tijuana. A lo largo y ancho de México, miles de familias dependen de estos recursos provenientes del extranjero. Las remesas desempeñan un papel crucial en la reducción de la pobreza y en el mejoramiento de las condiciones de vida de millones de personas en el país.
Según el Banco de México, en el primer trimestre de 2023, el país recibió un total de 9,446 millones de dólares en remesas, lo que representa un incremento del 16.5 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior. Estos números confirman la tendencia alcista y constante de los envíos de remesas hacia México en los últimos años.
Las remesas no solo benefician a las familias receptoras, sino que también tienen un impacto en la economía nacional. Los ingresos generados por las remesas representan una importante fuente de divisas para el país, lo que contribuye a fortalecer la balanza de pagos y estabilizar la moneda nacional.
Además, las remesas tienen un efecto multiplicador en la economía local. Al recibir estos recursos, las familias pueden destinar una parte a cubrir sus necesidades básicas, como alimentación, vivienda y educación, lo que impulsa el consumo interno y dinamiza los sectores comerciales y de servicios en las regiones receptoras.
Por otro lado, muchas familias utilizan parte de las remesas para emprender proyectos productivos y pequeños negocios. Estos emprendimientos generan empleo y contribuyen al desarrollo económico de las comunidades locales, promoviendo la creación de empleo y la generación de ingresos adicionales.
Sin embargo, es importante destacar que las remesas no deben verse como una solución permanente a los problemas económicos y sociales. Si bien brindan alivio a corto plazo, es necesario implementar políticas y programas que fomenten la creación de empleo y el desarrollo económico sostenible en las regiones de origen de los migrantes.
En este sentido, resulta fundamental trabajar en la generación de oportunidades y condiciones propicias para que las personas no se vean obligadas a abandonar sus lugares de origen en busca de mejores horizontes. La creación de empleos dignos, la inversión en educación y el impulso a proyectos productivos son algunas de las estrategias que pueden contribuir a reducir la migración forzada y fomentar el desarrollo inclusivo en los países de origen.
En resumen, el flujo migratorio de Centroamérica a México en ruta hacia Estados Unidos ha tenido un impacto significativo en el aumento de las remesas en el país, siendo Chiapas uno de los estados más beneficiados. El incremento en las remuneraciones de los migrantes mexicanos en Estados Unidos y la presencia de migrantes en tránsito que deciden establecerse en Chiapas son factores clave en este fenómeno. Las remesas representan una fuente crucial de ingresos para las familias receptoras, contribuyendo a mejorar sus condiciones de vida y a dinamizar la economía local. Chiapas, al igual que otras regiones fronterizas como Tijuana, se ha convertido en un punto estratégico para la migración centroamericana y el flujo de remesas.
No obstante, es importante tener en cuenta que las remesas no deben considerarse como una solución definitiva a los problemas económicos y sociales. Si bien son un apoyo invaluable para las familias receptoras, es fundamental que los gobiernos y las sociedades trabajen en conjunto para abordar las causas subyacentes de la migración y promover el desarrollo sostenible en los países de origen.
Además, es necesario garantizar una gestión adecuada de los recursos provenientes de las remesas, para asegurar que sean utilizados de manera eficiente y efectiva en la mejora de las condiciones de vida de las comunidades receptoras. Esto implica impulsar programas de educación financiera y promover la inversión productiva de los recursos, con el objetivo de generar un impacto duradero en el desarrollo local.
En conclusión, el aumento en el flujo de migrantes de Centroamérica hacia México, en su camino hacia Estados Unidos, ha generado un incremento significativo en las remesas enviadas al país. Chiapas, como uno de los estados receptores de migrantes, ha experimentado un aumento considerable en los montos de remesas recibidas, lo que ha impactado positivamente en la economía local y en el bienestar de las familias receptoras.
No obstante, es necesario abordar la migración desde una perspectiva integral, trabajando en conjunto para promover el desarrollo económico y social en los países de origen, con el objetivo de reducir la migración forzada y garantizar condiciones de vida dignas para todos. Las remesas, si bien son un apoyo fundamental, no deben sustituir las políticas y programas que busquen abordar las causas estructurales de la migración y promover un desarrollo inclusivo y sostenible en toda la región.