Iglesia llama a la paz y al diálogo frente a la polarización social
Ciudad de México.– En un firme mensaje de unidad, la Arquidiócesis Primada de México exhortó este domingo a construir una sociedad más humana y solidaria, en medio de lo que calificó como “un clima de polarización” que vive actualmente el país. Durante la homilía celebrada en la Basílica de Guadalupe, el obispo auxiliar Francisco Javier Acero Pérez hizo un llamado a dejar de lado la exclusión, el odio al extranjero y la indiferencia hacia los más vulnerables, para abrir paso a la hospitalidad, la misericordia y el diálogo.

Desde uno de los recintos religiosos más importantes de México y América Latina, Acero Pérez advirtió que la exclusión social se ha convertido en una práctica cada vez más común. “La exclusión se ha vuelto moda. No podemos encerrarnos en nuestras propias leyes, ni castigarnos encerrándonos en nuestras propias ideas”, declaró, al tiempo que alertó sobre el avance de actitudes xenófobas en el país.
Citando encuestas recientes, el obispo expresó su preocupación por el aumento del “odio al extranjero” y por los actos de deportación y rechazo hacia personas migrantes, especialmente aquellas que han sido expulsadas de Estados Unidos. En ese sentido, hizo un llamado a la ciudadanía a recibirles con brazos abiertos: “Tenemos que abrazarles como hermanos”.
El mensaje también incluyó un fuerte posicionamiento a favor de los sectores más desprotegidos, como las víctimas de trata y las personas que viven en condiciones de desigualdad extrema. “Es urgente un esfuerzo conjunto para sacarlas de ese sufrimiento y esa esclavitud”, expresó. Asimismo, exhortó a no ignorar la voz de los familiares de personas desaparecidas, cuya cifra, dijo, es mucho mayor de lo que comúnmente se reconoce.
Acero Pérez advirtió que el camino hacia una sociedad justa no puede estar guiado por ideologías cerradas ni por la indiferencia. “A través del diálogo y la amabilidad podemos crear la paz”, subrayó, insistiendo en que los nacionalismos y las posturas polarizadas solo generan divisiones y, en última instancia, odio.
En este contexto, el líder eclesiástico remarcó tres principios fundamentales para combatir esta tendencia a la fragmentación social: hospitalidad, misericordia y capacidad de escucha. Recordó que la Iglesia debe mantenerse como un espacio de puertas abiertas, siempre dispuesta a recibir al otro sin importar su origen, estatus o creencias. “La Basílica de Guadalupe es ejemplo de ello”, dijo, destacando su carácter universal y acogedor.
Este pronunciamiento de la Arquidiócesis se inscribe en un momento clave para el país, en el que la reconciliación, el entendimiento y el respeto mutuo son esenciales para consolidar la paz social. El llamado de Acero Pérez refleja una visión pastoral profundamente comprometida con los principios cristianos de solidaridad, inclusión y fraternidad, en concordancia con el espíritu transformador que impulsa el gobierno actual en favor de los más vulnerables.