Huixquilucan destina 6 millones de pesos para mitigar riesgos por deslaves en temporada de lluvias

El gobierno municipal de Huixquilucan, encabezado por la alcaldesa Romina Contreras Carrasco, está llevando a cabo trabajos de mitigación de riesgos y estabilización de taludes, destinando 6 millones de pesos para enfrentar los efectos de la temporada de lluvias. Hasta el momento, se han registrado 192 deslaves en la región, afectando laderas, carreteras y caminos. Los esfuerzos actuales se centran en la remoción de materiales y la habilitación de las vías de comunicación afectadas.

La alcaldesa informó que las labores incluyen la aplicación de concreto lanzado en las laderas para prevenir futuros derrumbes, especialmente en las zonas donde la inestabilidad del terreno representa un riesgo significativo para la movilidad y la seguridad de los habitantes. Cada intervención es cuidadosamente evaluada por especialistas, dada la inclinación y el estado inestable del terreno.

Romina Contreras destacó que se han identificado seis taludes de gran magnitud, hacia los cuales se están dirigiendo los recursos y tecnología necesarios. Los especialistas realizan estudios y dictámenes para determinar las acciones adecuadas en cada sitio, con el objetivo de proteger tanto a los trabajadores como a los residentes y quienes transitan por el municipio.

Las intensas lluvias recientes han generado una mayor humedad y reblandecimiento del suelo, lo que ha contribuido a los numerosos deslaves. En este sentido, las labores de estabilización se han concentrado en áreas como Los Chivos, la carretera a Huixquilucan, y las comunidades de Zacamulpa y Río Hondo, donde se ha logrado abrir rápidamente las vialidades afectadas.

La alcaldesa también señaló que la geografía montañosa y rocosa del municipio, sumada a la ocupación irregular de terrenos federales, ha exacerbado los riesgos. Muchas de estas zonas ocupadas ilegalmente no son aptas para la construcción de viviendas, lo que genera condiciones inseguras, como drenajes a cielo abierto y el peso excesivo de las construcciones, factores que incrementan el riesgo de derrumbes.

Desde hace tres años, el gobierno municipal ha emitido avisos de riesgo para las familias que habitan en terrenos no habitables, y aunque algunas han optado por abandonar sus viviendas, otras continúan residiendo en estas zonas peligrosas.

Hasta ahora, se han removido 5 mil metros cúbicos de material producto de los deslaves. Afortunadamente, la disminución de las lluvias en los últimos días ha permitido avanzar más rápidamente en las labores de mitigación, mejorando las condiciones para continuar estabilizando los terrenos afectados y garantizar la seguridad de la población.