¡Histórico avance del Tren Maya! El INAH da luz verde para la construcción total
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha dado luz verde para el avance total en la construcción del Tren Maya, lo que significa que no habrá impedimentos arqueológicos que detengan el proyecto. Así lo informó Diego Prieto, director general de esta institución de investigación, durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional.
Prieto mencionó que los tramos 1 al 5 y 7 (de Palenque a Tulum y de Chetumal a Escárcega) ya cuentan con la aprobación de las obras, mientras que el tramo 6 está a punto de finalizar la revisión, alcanzando un avance del 95.59 por ciento.
“Esto significa que la construcción puede continuar, a pesar de que aún estamos llevando a cabo labores de rescate, como el acopio, la limpieza, la clasificación de los materiales arqueológicos, la restauración de las piezas de museo y, por supuesto, la elaboración de informes académicos que permitan utilizar toda esta información para analizar el desarrollo de los grupos humanos y los asentamientos en esta área, que fue y sigue siendo la cuna de la gran nación maya de México y Mesoamérica”, explicó Prieto.
Respecto al Tramo 6, Prieto informó que la revisión del INAH está a punto de finalizar, faltando solamente dos ubicaciones de ese tramo para permitir el paso completo de la maquinaria.
Hasta la fecha, en los siete tramos del Tren Maya se ha logrado recuperar información y registros de 56,034 bienes inmuebles de diversos tipos, como basamentos, áreas habitacionales, albarradas, caminos y otras estructuras.
“Ya hemos recolectado 927,162 fragmentos de cerámica, una cantidad inconmensurable, ya que cada fragmento es una fuente de información sobre la vida y las características de los grupos humanos en la zona”, destacó Prieto.
Además, se han recuperado 1,817 bienes muebles en condiciones relativamente intactas, 741 vasijas en proceso de restauración, 527 entierros humanos y 1,307 rasgos naturales asociados a la presencia de grupos humanos.
Prieto también señaló que actualmente el trabajo arqueológico se centra de manera intensiva en el programa de mejora de las zonas arqueológicas, que hasta ahora abarca 26 sitios en los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Durante la conferencia, se presentaron los avances en la recuperación de la antigua ciudad maya de Xcalumkín, ubicada en el norte de Campeche. Esta zona arqueológica ha sido objeto de trabajos de excavación y restauración con el fin de preservar y difundir el legado histórico de la cultura maya.
El director del INAH destacó que se han realizado importantes descubrimientos en Xcalumkín, revelando la importancia y magnificencia de esta antigua ciudad maya. Se han encontrado estructuras monumentales, como templos y palacios, que muestran la grandeza arquitectónica de la civilización maya.
Además, se han hallado objetos ceremoniales, joyas, cerámica y otros artefactos que brindan información invaluable sobre la vida cotidiana y las prácticas culturales de los antiguos habitantes de Xcalumkín.
Prieto resaltó el compromiso del INAH en preservar y proteger el patrimonio cultural de México, asegurando que cada descubrimiento realizado en Xcalumkín se aborda con el máximo cuidado y respeto hacia la historia y la arqueología. También hizo hincapié en la importancia de difundir estos hallazgos para que el público en general pueda apreciar y comprender la riqueza de la cultura maya.
El Tren Maya, uno de los proyectos más ambiciosos del gobierno de López Obrador, busca fomentar el desarrollo económico y turístico en la región sureste de México, al tiempo que se preserva y se pone en valor el legado cultural de los antiguos mayas. Sin embargo, el proyecto ha sido objeto de controversia y críticas por parte de grupos ambientalistas y defensores de los derechos indígenas, quienes argumentan que la construcción del tren podría causar daños irreparables a los ecosistemas y a los sitios arqueológicos.
Ante estas preocupaciones, el INAH ha desempeñado un papel fundamental en la supervisión y protección de los recursos culturales en las zonas donde se construirá el Tren Maya. A través de trabajos de rescate arqueológico, se han podido documentar y preservar miles de vestigios y objetos de gran valor histórico y cultural.
El director del INAH destacó que, gracias a estos esfuerzos, se ha logrado obtener un amplio conocimiento sobre la vida de los antiguos mayas en la región, así como sobre su relación con el entorno natural. La información recopilada a través de las excavaciones y estudios arqueológicos contribuirá significativamente a la comprensión de la historia y la cultura de esta importante civilización prehispánica.
Además de los trabajos arqueológicos, el INAH ha implementado programas de mejoramiento y conservación de las zonas arqueológicas existentes a lo largo de la ruta del Tren Maya. Estas labores incluyen la restauración de estructuras dañadas por el paso del tiempo o por eventos naturales, así como la implementación de medidas de protección y seguridad para garantizar la preservación a largo plazo de estos sitios.
El compromiso del INAH con la preservación del patrimonio cultural también se refleja en la labor de educación y difusión que lleva a cabo. A través de visitas guiadas, exposiciones y programas educativos, se busca crear conciencia sobre la importancia de proteger y valorar el legado histórico y cultural de México. Además, se promueve el turismo cultural de manera sostenible, fomentando el respeto hacia los sitios arqueológicos y las comunidades indígenas que los habitan.
El Tren Maya ha despertado un gran interés tanto a nivel nacional como internacional. Se espera que, una vez completado, el proyecto impulse el desarrollo económico de la región, generando empleo y atrayendo turismo de manera sustentable. Además, se espera que el tren facilite la conexión entre distintos destinos turísticos, promoviendo la diversificación y el crecimiento de la industria turística en el sureste de México.
El proyecto del Tren Maya contempla la construcción de una moderna infraestructura ferroviaria que conectará diversos puntos turísticos y arqueológicos a lo largo de la península de Yucatán. Esta ruta permitirá a los visitantes explorar las maravillas naturales y culturales de la región, como las playas de Tulum, las ruinas de Chichén Itzá y la belleza selvática de Palenque.
Sin embargo, el desarrollo del proyecto no ha estado exento de controversia. Grupos ambientalistas y defensores de los derechos indígenas han expresado su preocupación por los posibles impactos negativos que la construcción del tren podría tener en los ecosistemas y en las comunidades locales. Aseguran que la deforestación, la fragmentación de hábitats y el aumento de la presión turística podrían provocar daños irreparables en el entorno natural y cultural de la región.
Ante estas preocupaciones, el gobierno mexicano y el INAH han enfatizado en la importancia de llevar a cabo una construcción responsable y respetuosa con el medio ambiente y el patrimonio cultural. Se han implementado medidas de mitigación y se ha asegurado que se cumplan los estándares internacionales de protección ambiental y arqueológica.
El INAH ha desempeñado un papel crucial en este proceso, realizando estudios de impacto ambiental y supervisando de cerca las labores de construcción en las zonas sensibles desde el punto de vista arqueológico. Asimismo, se ha establecido una estrecha colaboración con las comunidades locales y los grupos indígenas para garantizar su participación activa en la toma de decisiones y en la protección de sus derechos y territorios.
El director del INAH, Diego Prieto, ha reafirmado el compromiso de la institución de salvaguardar el patrimonio cultural de México y promover un desarrollo sustentable. Destacó que el Tren Maya brinda una oportunidad única para dar a conocer al mundo la riqueza histórica y cultural de la región, al tiempo que se generan beneficios económicos para las comunidades locales.
El proyecto del Tren Maya se encuentra en una etapa crucial, con la aprobación para avanzar en la construcción en la mayoría de los tramos. Esto marca un hito importante y da paso a una nueva fase en la materialización de esta ambiciosa iniciativa. Se espera que el tren esté completamente operativo en los próximos años, convirtiéndose en un motor de desarrollo para la región sureste y un atractivo turístico de talla mundial.
El Tren Maya representa un desafío y una oportunidad para México. La preservación del patrimonio cultural, la protección del medio ambiente y el bienestar de las comunidades locales deben ser consideraciones prioritarias en la ejecución de este proyecto. El INAH, con su experiencia y compromiso, desempeña un papel fundamental en asegurar que el desarrollo del Tren Maya se realice de manera responsable y sostenible, salvaguardando la historia y la herencia de los antiguos mayas mientras se impulsa el progreso y el crecimiento en la región.