Guerrero en Luto: Asesinato del Fundador de UPOEG Desenmascara la Violencia Implacable de los Ardillos y los Rusos
En un acto de cobardía que ha conmocionado a la comunidad de Guerrero, el fundador de la Unión de Pueblos de Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido Valerio, fue asesinado, y las autoridades señalan a los grupos delictivos de los Ardillos y los Rusos como responsables de este crimen que ha sacudido a la región.
El dirigente del Consejo Indígena y Popular del Estado de Guerrero (CIPOEG- EZ), Jesús Plácido, quien también es sobrino de la víctima, expresó su indignación y responsabilizó a estos grupos criminales por el asesinato de su tío Bruno Plácido Valerio. Según Jesús Plácido, su tío ya había sido perseguido desde el municipio de Marquelia, ubicado en la Costa Chica de Guerrero, lo que indica que su trágica muerte está relacionada con la actividad de estos peligrosos grupos delincuenciales que operan desde Acapulco hasta Ometepec.
Este trágico suceso ocurrió después de una reunión entre Jesús Plácido y su tío Bruno Plácido Valerio, en la que discutieron estrategias para buscar justicia por el asesinato de otro miembro destacado de la UPOEG en el municipio de San Marcos, también en la Costa Chica. La relación entre la UPOEG y estos grupos delictivos ha sido tensa durante mucho tiempo, y esta violencia reciente es una triste manifestación de esa disputa.
Jesús Plácido, líder del CIPOEG- EZ, reafirmó la responsabilidad de los grupos de los Ardillos y los Rusos en el asesinato de su tío y destacó el valiente esfuerzo de la UPOEG por resistir ante los embates de la delincuencia organizada en la región. Esta trágica pérdida es un recordatorio de los desafíos continuos que enfrentan las organizaciones civiles en Guerrero para mantener la paz y la justicia en la zona.
Es importante destacar que, con la llegada de Evelyn Salgado a la gubernatura del estado, Bruno Plácido Valerio había perdido las medidas cautelares que se le habían otorgado previamente. Ante esta situación, Plácido Valerio se vio obligado a recurrir a la Comisión Estatal y Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para solicitar su restitución, pero lamentablemente, su solicitud fue denegada, lo que dejó a Plácido Valerio en una posición de vulnerabilidad frente a los grupos criminales que lo acechaban.
Hoy, en un ambiente de profundo pesar, el cuerpo de Bruno Plácido Valerio fue velado en una funeraria al sur de Chilpancingo. Miles de personas se reunieron para rendir homenaje al valiente líder, cuyo compromiso con la justicia y los derechos humanos dejó una huella imborrable en la lucha por la paz en Guerrero. Pese al dolor, la comunidad se mantuvo unida para mostrar su apoyo a la familia Plácido Valerio y su firme determinación de no permitir que la violencia siga marcando sus vidas.
En un emotivo acto, el cuerpo de Bruno Plácido Valerio fue trasladado a la comunidad de Buenavista, en el municipio de San Luis Acatlán, en la Costa Chica de Guerrero, donde será sepultado este jueves. Amigos, familiares y compañeros de lucha acompañarán en su último adiós a este defensor incansable de los derechos humanos y la justicia en la región.
La noticia del asesinato de Bruno Plácido Valerio ha generado una profunda indignación en toda la sociedad guerrerense. Este valiente líder indígena y fundador de la UPOEG había dedicado gran parte de su vida a luchar por los derechos de las comunidades indígenas y campesinas en el estado de Guerrero. Su compromiso con la justicia social y su valentía para enfrentar a los grupos delictivos lo convirtieron en un símbolo de esperanza y resistencia en la región.
Los Ardillos y los Rusos, dos grupos delictivos que operan en la zona, han sido señalados como los responsables de este acto violento. La rivalidad entre estos grupos y la UPOEG ha llevado a enfrentamientos y conflictos constantes en la región, lo que ha dejado un saldo de violencia y muerte en las comunidades afectadas.
Jesús Plácido, sobrino de la víctima y líder del Consejo Indígena y Popular del Estado de Guerrero (CIPOEG- EZ), lamentó la pérdida de su tío y denunció la falta de medidas de protección adecuadas por parte de las autoridades. Según Plácido, su tío había sido objeto de amenazas y persecuciones desde el municipio de Marquelia, donde los grupos delictivos operan con impunidad.
La situación se tornó aún más preocupante cuando, con el cambio de gobierno en el estado de Guerrero, las medidas cautelares que se habían otorgado a Bruno Plácido Valerio fueron retiradas. Ante esta situación, Plácido Valerio se vio obligado a solicitar nuevamente la protección de las autoridades a través de la Comisión Estatal y Nacional de Derechos Humanos (CNDH), pero su petición fue denegada, dejándolo en una situación de vulnerabilidad extrema.
La comunidad de Guerrero ha expresado su repudio ante este crimen y ha exigido justicia para Bruno Plácido Valerio y otros líderes sociales que han perdido la vida en la lucha por un Guerrero más seguro y justo. Las organizaciones civiles y defensores de derechos humanos han convocado a marchas y protestas en todo el estado para denunciar la violencia que azota la región y exigir medidas efectivas para proteger a quienes defienden los derechos fundamentales en Guerrero.