Guatemala mantiene asistencia humanitaria a desplazados chiapanecos por violencia
Tapachula, Chiapas. El gobierno de Guatemala continúa brindando apoyo administrativo y humanitario a un grupo de chiapanecos que cruzaron la frontera sur en agosto pasado, huyendo de la violencia generada por el crimen organizado en la región de Frontera Comalapa.

De acuerdo con el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), se renovó la condición de Estados de Permanencia por Razones Humanitarias a 112 mexicanos, además de otorgar ese mismo estatus a cuatro nuevos desplazados en la comunidad de Guailá, municipio de La Democracia, en el departamento de Huehuetenango.
La institución guatemalteca informó que la semana pasada envió a la zona una brigada que entregó 50 kits de alimentos, los cuales incluían cereales, azúcar, sal, aceite y otros productos de primera necesidad, como parte de la asistencia que se mantiene a quienes permanecen en el país vecino.
En agosto, cuando se produjo el ingreso masivo de mexicanos, el IGM otorgó inicialmente 248 estatus humanitarios; sin embargo, el reporte oficial actual no precisó qué ocurrió con el resto de los beneficiados. Una fuente gubernamental explicó que, según versiones de los propios desplazados, algunos habrían retornado a México, pero se habrían asentado en ciudades alejadas de la frontera.
De los 116 mexicanos atendidos en esta nueva brigada, 32 son hombres, 35 mujeres y 49 menores de edad. Ninguno de ellos ha solicitado formalmente la condición de asilo en Guatemala.
El equipo multidisciplinario que realizó la visita estuvo conformado por especialistas en psicología, atención internacional y protección de la infancia, además de oficiales de la Subdirección de Control Migratorio encargados de verificar la situación de las personas extranjeras.
El éxodo de familias se registró a mediados de agosto, tras el asesinato de dos hermanos del exalcalde Jorge Antonio Aguilar Lucas en Frontera Comalapa. Aunque las autoridades de Chiapas han reconocido brotes de violencia en la región, han negado en reiteradas ocasiones la existencia de desplazamientos forzados, sugiriendo que algunas de las personas que han cruzado hacia Guatemala mantienen vínculos con actividades del crimen organizado.
El caso de los chiapanecos en Huehuetenango revela la complejidad de la situación humanitaria en la frontera sur y la necesidad de atención binacional para garantizar la seguridad, los derechos humanos y el futuro de las familias afectadas por la violencia.