Gobierno y sector agropecuario enfrentan con firmeza crisis por gusano barrenador
Chihuahua, Chih. — Con trabajo coordinado, visión estratégica y firme respaldo del Gobierno de México, se enfrenta la compleja situación provocada por la presencia del gusano barrenador en el país, una crisis sanitaria que, según el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), tardará años en resolverse, pero que ya muestra avances importantes en su contención.

Durante su participación en el 22º Foro Agroalimentario Global, el presidente del CNA, Jorge Esteve Recolons, reconoció el papel activo que ha asumido el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, quien se ha mantenido en estrecha colaboración con las autoridades sanitarias de Estados Unidos para dar certidumbre al proceso de exportación de ganado en pie. Como muestra de este compromiso, recientemente ambos gobiernos realizaron visitas a las estaciones cuarentenarias en el estado de Chihuahua, fortaleciendo la supervisión sanitaria y generando confianza en las acciones implementadas.
La plaga, detectada en noviembre pasado en regiones del sur-sureste del país, ha sido contenida gracias a los esfuerzos técnicos y científicos de autoridades mexicanas, que han logrado reducir los casos diarios de 120 a 30 reportes al día, según datos del propio CNA. Esta información es actualizada y compartida en tiempo real en distintas plataformas, para garantizar la transparencia y seguimiento adecuado del estatus sanitario nacional.
Por su parte, el director general del CNA, Luis Fernando Haro, expuso el impacto económico que ha tenido el cierre de la frontera para el ganado mexicano: 650 mil cabezas de ganado no han podido ser exportadas en lo que va del año, lo que representa una pérdida de mil 3 millones de dólares. A pesar de ello, destacó que el valor del becerro de exportación se ha elevado a 2 mil dólares, frente a los mil 200 que se registraban previamente, lo que da cuenta del interés y calidad del ganado nacional en el mercado internacional.
Haro también cuestionó la decisión del gobierno de Estados Unidos de cerrar su frontera, pese a que la reaparición del gusano ocurrió a más de mil 400 kilómetros del límite con ese país y que no existen reportes de presencia de la plaga en los estados exportadores. Por ello, el CNA ha insistido en permitir inspecciones sanitarias directas al ganado mexicano para comprobar su condición libre del parásito.
Esteve Recolons calificó como de carácter político la medida estadounidense, señalando rumores sobre aspiraciones políticas dentro del Departamento de Agricultura de ese país, lo que podría haber influido en una decisión más mediática que técnica. No obstante, reconoció que la reapertura de la frontera dependerá finalmente del análisis y evidencia científica proporcionada por los inspectores estadounidenses.
A pesar del contexto adverso, el Gobierno de México reafirma su compromiso con el sector agropecuario y mantiene una estrategia de diálogo internacional, vigilancia sanitaria rigurosa y colaboración con los productores, para proteger la sanidad animal del país, salvaguardar las exportaciones y defender los intereses del campo mexicano.