Gobierno impulsará estabilidad en el precio de la tortilla y garantizará abasto de maíz
La Red de Maíz, que reúne a más de 500 tortillerías y molinos de nixtamal en la Ciudad de México, hizo un llamado urgente al gobierno federal para garantizar al menos 2 millones de toneladas de maíz blanco anualmente, destinadas a la producción de tortillas. La organización destacó la necesidad de que esta medida sea encabezada por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y ejecutada a través de Diconsa y Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), con el objetivo de evitar la dependencia de grandes comercializadoras que podrían recurrir a la importación de maíz transgénico.

Blanca Mejía Castillo, coordinadora de la Red de Maíz, advirtió que permitir la intervención de intermediarios en la cadena productiva podría derivar en especulación con los precios y poner en riesgo el decreto presidencial que prohíbe el uso de maíz transgénico en el país. Asimismo, alertó que la cosecha actual de maíz blanco de la región del Bajío, utilizada para abastecer a las tortillerías, está próxima a agotarse.
De cara a esta problemática, Mejía Castillo señaló que la cosecha otoño-invierno 2024 de Sinaloa, que debería entrar en breve, será menor al promedio de años anteriores. Mientras que en 2023 la producción osciló entre 6 y 7 millones de toneladas, para 2024 se estima una cosecha de solo 1.9 millones, insuficiente para abastecer los 110 mil negocios que integran la industria nacional.
En medio de la incertidumbre por el abasto de maíz y la especulación sobre un posible incremento en el precio de la tortilla, la presidenta Claudia Sheinbaum ha reafirmado su compromiso de reducir y estabilizar el costo del alimento básico durante su sexenio. Como parte de este esfuerzo, encomendó al secretario de la Sader, Julio Berdegué, trabajar de la mano con los productores para alcanzar este objetivo.
Por su parte, la Red de Maíz participa en mesas de trabajo con diversas dependencias gubernamentales, incluidas las secretarías de Agricultura, Hacienda y Economía, así como Segalmex, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Comisión Nacional Antisecuestros. Durante estos encuentros, han planteado preocupaciones adicionales, como el impacto del comercio informal de tortillas y las extorsiones que enfrentan los negocios por parte del crimen organizado, quienes cobran entre 2 y 4 pesos por kilogramo en entidades con alta incidencia delictiva como Guerrero, Morelos, Guanajuato y Sinaloa.
Actualmente, el precio promedio del kilo de tortilla es de 22 pesos. Mejía Castillo desmintió las versiones que anticipan un incremento de hasta 40%, calificándolas como especulaciones malintencionadas. Aunque reconoció que el precio final depende de la cotización por tonelada de maíz —actualmente entre 6,900 y 7,400 pesos— aseguró que no existen razones justificadas para un aumento significativo en el corto plazo.
Con estas medidas, el gobierno federal y los productores buscan garantizar el abasto de maíz, mantener el precio de la tortilla estable y fortalecer la seguridad alimentaria de los mexicanos, reforzando a la vez la vigilancia para combatir la especulación y los abusos en el sector.