Gobierno de Sheinbaum plantea paquete económico con enfoque social y disciplina responsable

Ciudad de México. Con visión de Estado, compromiso con el bienestar social y responsabilidad fiscal, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presentó ante el Congreso de la Unión el Paquete Económico 2026, el primero diseñado íntegramente por la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. La propuesta traza un camino de sostenibilidad financiera, inversión social y crecimiento económico gradual en un entorno global complejo.

Uno de los ajustes más destacados es la revisión de la proyección de crecimiento para 2025, la cual se ajusta a un rango de entre 0.5 y 1.5 por ciento. Esta modificación responde a factores globales como la desaceleración de economías avanzadas y tensiones comerciales, que afectan a países emergentes. Sin embargo, para 2026 se prevé una recuperación, con un rango de crecimiento estimado entre 1.8 y 2.8 por ciento, mostrando confianza en las condiciones estructurales del país.

“El Paquete Económico 2026 es una propuesta de política económica orientada a garantizar programas de bienestar, salud, educación y vivienda social, al tiempo que impulsa la actividad productiva mediante inversión pública en programas estratégicos que fortalezcan al Plan México, bajo una visión de desarrollo basada en el bienestar y el humanismo”, subrayó la SHCP en los Criterios Generales de Política Económica.

En materia fiscal, el Gobierno de México mantiene una postura de responsabilidad, aunque con un margen de flexibilidad para atender compromisos sociales y financieros ineludibles. El déficit público previsto para 2025 será de 4.3 por ciento del PIB y para 2026 de 4.1 por ciento. Esto permitirá dar continuidad a programas prioritarios y atender obligaciones estructurales como pensiones y el servicio de deuda.

En línea con este compromiso, se contempla una solicitud de contratación de deuda por un billón 472 mil 626 millones de pesos, cifra destinada principalmente a cubrir obligaciones financieras heredadas, cuyo costo se estima en un billón 572 mil millones de pesos, y al pago de pensiones que ascienden a un billón 704 mil millones de pesos. Estas cifras evidencian la carga histórica en el presupuesto, pero también la voluntad de atenderla sin poner en riesgo los programas sociales.

A pesar de estas presiones, el Gobierno proyecta una inversión física de 960 mil millones de pesos, orientada a infraestructura estratégica y desarrollo regional. Esta inversión será motor para la reactivación económica, generación de empleo y mejora de condiciones de vida.

Los supuestos macroeconómicos para el cierre de 2026 son conservadores pero optimistas: una inflación de 3 por ciento, un tipo de cambio de 18.9 pesos por dólar, y una tasa de interés de 6 por ciento. Asimismo, se prevé una ligera caída en el precio del petróleo a 54.9 dólares por barril, con una producción de un millón 794 mil barriles diarios, y un crecimiento relevante en la producción de privados.

Con este paquete, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum reafirma su compromiso con un modelo económico justo, sostenible y centrado en las personas. La ruta es clara: responsabilidad fiscal, inversión social y visión de largo plazo para transformar a México.