Falacias y Verdades en el Discurso Político

Recientemente, Claudia Sheinbaum Pardo, la candidata presidencial de la coalición Juntos Hacemos Historia, compuesta por Morena, el PT y el PVEM, ha denunciado una práctica preocupante que amenaza la integridad de nuestro proceso democrático. Según Sheinbaum, la encuestadora Massive Caller le propuso manipular una encuesta a su favor a cambio de dinero durante el año 2018. Esta revelación pone en tela de juicio no solo la credibilidad de Massive Caller, sino también la ética detrás de algunas prácticas demoscópicas en nuestro país.

Massive Caller, una firma que ha demostrado una clara orientación política, ha sido la única encuestadora que ha colocado a Xóchitl Gálvez, candidata de la coalición opositora Va por México (PAN, PRI, PRD), a la cabeza de las preferencias para las próximas elecciones presidenciales del 2 de junio. Este dato contrasta significativamente con otras encuestas que continúan mostrando una ventaja de entre 20 y 30 puntos a favor de Sheinbaum. El hecho de que Massive Caller también predijo erróneamente la victoria del candidato del PAN en 2018 refuerza las dudas sobre su metodología y objetividad.

El intento de manipulación de encuestas es un claro indicativo de que ciertas entidades están dispuestas a comprometer la objetividad por intereses políticos. Esta no es solo una cuestión de ética profesional, sino también de cómo estas prácticas pueden influir en la percepción pública y alterar el curso de nuestra democracia. La transparencia y la objetividad deben ser pilares en la medición de la opinión pública, principios que Massive Caller ha demostrado no compartir.

Por otro lado, las declaraciones de Xóchitl Gálvez y su entusiasmo por un supuesto “empate técnico” revelan una estrategia de campaña basada más en la percepción que en la realidad. Sus palabras, “¡Ya empatamos! ¡Esto no lo frena nadie! ¡Vamos a ganar! ¡México está despertando! ¡Salgamos a votar este 2 de junio!”, parecen diseñadas para generar un momentum artificial, apoyándose en datos que carecen de fundamento sólido.

Es fundamental que los ciudadanos estén alerta y cuestionen la veracidad de la información que reciben. En tiempos de información masiva y acceso ilimitado a diferentes fuentes, la capacidad de discernir entre lo falso y lo verdadero es más crucial que nunca. La democracia se fortalece con información fiable y, sobre todo, con la participación informada de sus ciudadanos.

En conclusión, las recientes revelaciones de Claudia Sheinbaum destacan la necesidad de una mayor regulación y supervisión de las prácticas demoscópicas en México. Asimismo, ponen de manifiesto la importancia de apoyar a candidatos que respetan los principios de honestidad y transparencia, valores que están en el corazón de la Cuarta Transformación y que deben guiar nuestro país hacia un futuro más justo y equitativo. No dejemos que estrategias manipulativas y datos dudosos dicten el futuro de nuestra nación.