Extorsiones Amenazan a Productores de Limón en Michoacán

En medio de un panorama marcado por la inseguridad y la extorsión que afecta a los productores de limón en el Valle de Apatzingán, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez, hizo un llamado urgente a los afectados para presentar denuncias, incluso de manera anónima, con el fin de brindar a las autoridades los elementos necesarios para combatir este flagelo. La falta de denuncias, afirmó Ramírez en una conferencia de prensa, no solo perpetúa la impunidad, sino que también protege a los propios extorsionadores.

La situación ha cobrado relevancia en las últimas semanas debido a las crecientes extorsiones a los productores de limón en el Valle de Apatzingán. A pesar de las investigaciones en curso, la colaboración de los afectados es fundamental para garantizar un accionar más efectivo por parte de las autoridades. El gobernador destacó que la negativa a presentar denuncias dificulta la labor de las autoridades en su intento de erradicar estas prácticas delictivas que afectan no solo a los agricultores, sino también a la economía local.

El secretario de gobierno, Carlos Torres Piña, previamente instó a los líderes de la industria limonera a reunirse y colaborar con las autoridades para presentar las denuncias correspondientes ante la Fiscalía General del Estado (FGE), tomando como ejemplo el exitoso enfoque en el caso de los tortilleros y el transporte público en Uruapan. Sin embargo, hasta el momento, los líderes limoneros no han mostrado disposición para este tipo de colaboración, lo que ha añadido un desafío adicional para resolver esta situación.

Los problemas de extorsión han afectado significativamente a los productores de limón en Buenavista y Apatzingán, zonas que concentran la mayor parte de la producción cítrica en la región de Tierra Caliente. Desde hace más de una década, los productores han estado bajo la amenaza constante de cuotas impuestas tanto por empacadoras como por comerciantes de productos básicos. Esto no solo disminuye sus ganancias, sino que también crea un entorno hostil para el crecimiento y desarrollo de la industria local.

Según cifras oficiales, en 2022 la producción total de cítricos en la región alcanzó la impresionante cifra de 850 mil toneladas. Este logro coloca a Michoacán como el principal estado productor de limón en todo México. Parácuaro, Tepalcatepec y Nueva Italia son municipios que se destacan por su contribución a esta producción, sumando esfuerzos para consolidar a la región como un importante polo productivo en el país.

La reciente suspensión del corte y venta de limón en parte de las empacadoras por parte de los productores de Apatzingán y Buenavista ha marcado un punto de inflexión en esta problemática. La protesta, que comenzó el 17 de agosto, fue una respuesta directa al aumento del costo por kilo de limón. La tarifa que solía ser de 20 centavos fue aumentada a un peso, lo que generó un clima de malestar y movilizó a un mayor número de agricultores a sumarse a la manifestación. Esas dos municipalidades cuentan con más de 42 mil hectáreas destinadas al cultivo del cítrico.

Buenavista, en particular, ha emergido como el líder en la producción de limón. Con 22 empacadoras en funcionamiento y una superficie de cultivo de 23 mil hectáreas, este municipio juega un papel crucial en el suministro de limones a nivel regional y nacional. Apatzingán, por su parte, alberga alrededor de 40 empacadoras, contribuyendo de manera significativa a la cadena de producción y distribución.

A pesar de las quejas esporádicas de algunos productores, el temor constante a represalias por parte de la delincuencia organizada ha llevado a que la mayoría evite presentar denuncias formales. Esta dinámica de miedo ha sido un obstáculo para la erradicación de las extorsiones y para la consecución de una industria limonera más transparente y rentable.

Según las autoridades municipales, el 21 de agosto se informó que la actividad de corte y empacado en el valle de Apatzingán estaba retomando su curso normal. Más de 10 mil jornaleros agrícolas que dependen de esta actividad se vieron afectados por la suspensión temporal de labores. La reanudación de las operaciones es un signo positivo, pero la lucha contra las extorsiones y la inseguridad en la región está lejos de concluir.

En conclusión, el llamado del gobernador Alfredo Ramírez para que los productores de limón denuncien las extorsiones que sufren es un paso crucial en la lucha contra esta problemática que afecta a la industria limonera y a la región en su conjunto. La colaboración entre los líderes del sector y las autoridades es esencial para erradicar estas prácticas y construir un entorno más seguro y próspero para los agricultores y trabajadores en el Valle de Apatzingán. Solo a través de acciones decididas y coordinadas se podrá garantizar un futuro en el que el limón de Michoacán brille no solo por su sabor, sino también por la integridad de su proceso de producción.