Expulsión de 68 Familias por Grupo Armado Sacude a Chicomuselo, Chiapas, en Medio de Ola de Violencia

En una preocupante serie de eventos, un grupo armado conocido como “El Maíz” ha expulsado a un total de 68 familias de sus hogares en el barrio Los Tulipanes, ubicado en la cabecera municipal de Chicomuselo, en el estado de Chiapas. Estas familias se han visto forzadas a abandonar sus casas debido a su negativa a participar en las actividades violentas y las reuniones promovidas por esta agrupación. La situación ha generado alarma entre los habitantes de la región y ha suscitado la necesidad de intervención por parte de las autoridades.

Según los testimonios de los pobladores de Los Tulipanes, El Maíz, que ha sido identificado como la base social del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ha estado presionando a los residentes para que participen en sus reuniones y acciones violentas. Aquellos que se han negado a obedecer sus exigencias han enfrentado amenazas e intimidaciones. Finalmente, la presión se intensificó al punto de que estas familias fueron obligadas a abandonar sus viviendas sin poder llevarse sus pertenencias. Esta situación ha dejado a numerosas familias en una situación precaria, sin un lugar donde refugiarse y sin acceso a sus posesiones.

Las familias desplazadas han buscado ayuda desesperadamente, acudiendo primero a la presidencia municipal en busca de asistencia. Sin embargo, sus solicitudes cayeron en oídos sordos y no recibieron el apoyo necesario. Posteriormente, se dirigieron a la fiscalía local para presentar una denuncia por los hechos ocurridos, pero se encontraron con un obstáculo: se les exigió un documento que acreditara la propiedad legal de sus hogares, un requisito que no pueden cumplir debido a la falta de escrituras. Este obstáculo ha impedido que estas familias puedan buscar justicia legalmente y ha aumentado su vulnerabilidad.

Uno de los pobladores afectados compartió el testimonio de una pareja de ancianos que se encontraba en el parque central, en medio de la incertidumbre y el dolor de haber sido expulsados de su hogar sin tener la oportunidad de recoger sus pertenencias. La tristeza y el desconcierto se apoderan de estas personas que han sido forzadas a dejar atrás sus vidas y posesiones debido a la violencia impuesta por El Maíz.

Los residentes también han señalado que este conflicto está arraigado en la posesión de la tierra en la región. Hace aproximadamente dos décadas, las familias desplazadas habían ocupado el predio Cuna de Villa, bajo el permiso de la Organización Campesina Emiliano Zapata Independiente y Democrática, con la promesa de que se gestionaría la compra de la tierra ante el gobierno. Sin embargo, esta gestión nunca prosperó y las familias carecen de escrituras que respalden su posesión. Esta falta de seguridad legal en sus hogares ha dejado a las familias en una posición aún más vulnerable ante las acciones violentas de El Maíz.

Las familias desplazadas están haciendo un llamado a la justicia y a la reubicación si no se les permite regresar a sus hogares. Son familias de escasos recursos que luchan por ganarse el sustento diario a través de su trabajo, y han dejado en claro que no representan ninguna amenaza para la comunidad. Su única aspiración es vivir en paz y seguridad, algo que les ha sido arrebatado debido a la violencia impuesta por El Maíz.

Ataque en Pantelhó deja tres lesionados: Continúa la violencia en la región

En un acto preocupante que refleja la continua violencia en la región, un ataque perpetrado en el municipio de Pantelhó ha dejado a tres habitantes de la comunidad de San José Tercero heridos de gravedad. Según los informes proporcionados por los lugareños, Manuel N, Yoni N y César N, tres indígenas de la comunidad, fueron emboscados mientras se dirigían hacia sus campos de cultivo en la mañana. Los agresores, armados con armas de fuego, dispararon contra ellos, causando heridas significativas.

La comunidad de San José Tercero se encuentra en Pantelhó, un municipio que ha sido identificado como un bastión del grupo de autodefensas conocido como “El Machete”. Este grupo ha estado involucrado en diversos conflictos y enfrentamientos en la región, lo que ha contribuido a la inestabilidad y a la violencia continua.

Según los lugareños, los presuntos agresores que llevaron a cabo el ataque habitan en una fracción de las localidades de Tzanembolom y Cruztón, ubicadas en el vecino municipio de Chenalhó. Esta conexión entre los agresores y las comunidades vecinas resalta la complejidad y la interconexión de los conflictos en la región.

Las autoridades estatales han informado que los heridos fueron trasladados a un hospital regional para recibir atención médica. Sin embargo, no se ha proporcionado información detallada sobre la gravedad de sus heridas ni sobre su estado de salud actual. Este incidente subraya la urgente necesidad de abordar la violencia en la región y de garantizar la seguridad y el bienestar de los habitantes locales.

En conclusión, los recientes eventos en Chicomuselo y Pantelhó reflejan la cruda realidad de la violencia que afecta a diversas comunidades en la región. La expulsión de familias en Chicomuselo por parte del grupo armado El Maíz y el ataque en Pantelhó que dejó a tres personas heridas son ejemplos alarmantes de cómo la violencia y la inseguridad siguen impactando la vida de los habitantes locales. Las autoridades enfrentan el desafío de abordar estos problemas de manera efectiva y garantizar la seguridad y el bienestar de las comunidades afectadas.