Explosión en taller pirotécnico deja cuatro heridos graves en Santiago de Anaya

Santiago de Anaya, Hgo. La tarde de este domingo, una potente explosión sacudió a la comunidad indígena de Cerritos, en el municipio de Santiago de Anaya, en el corazón del valle del Mezquital, luego del estallido de un taller de elaboración de juegos pirotécnicos. El siniestro dejó un saldo preliminar de cuatro personas heridas de gravedad, quienes fueron trasladadas de urgencia para recibir atención médica especializada.

De acuerdo con los primeros reportes, el estallido ocurrió alrededor de las 14:00 horas, provocando un fuerte estruendo que fue percibido a varios kilómetros de distancia. Testigos relataron que “parecía un temblor” por la magnitud del impacto, mientras una columna de humo blanco en forma de hongo se elevaba más de 40 metros sobre el sitio de la tragedia, siendo visible desde diversas localidades cercanas.

Al lugar arribaron elementos de Protección Civil, bomberos y servicios de emergencia de Santiago de Anaya y municipios vecinos, con el respaldo del Ejército Mexicano. Las autoridades trabajan en la contención de cualquier nuevo riesgo de detonación, además de asegurar el área que permanece bajo resguardo policiaco.

Hasta el cierre de esta edición, no se han reportado fallecimientos, aunque se mantiene el pronóstico reservado debido a la gravedad de las lesiones que presentan los cuatro heridos. Se espera que en las próximas horas se emita un informe oficial por parte de Protección Civil, que permita esclarecer las causas del incidente y el estatus legal del taller.

La incertidumbre persiste sobre si el taller contaba con los permisos correspondientes emitidos por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para el manejo de materiales explosivos, o si, como en otros casos similares, se trataba de una operación clandestina.

La elaboración de pirotecnia en Santiago de Anaya es una práctica ancestral y un oficio que ha pasado de generación en generación, al igual que en localidades como La Blanca y Cerritos, donde familias enteras subsisten gracias a la manufactura de artefactos como cohetones, luces de bengala, “palomas” y “toritos”, elementos infaltables en fiestas patronales y celebraciones religiosas.

Sin embargo, la tradición también ha estado marcada por tragedias. Muchos de estos talleres son improvisados dentro de viviendas particulares, sin las condiciones mínimas de seguridad. Esto ha generado múltiples explosiones a lo largo de los años, algunas con consecuencias fatales, dejando decenas de muertos y a otros con heridas permanentes, incluyendo amputaciones.

Este nuevo incidente pone de nuevo en la mesa la urgente necesidad de una regulación efectiva, acompañada de un programa integral que permita a los productores de pirotecnia mantener sus oficios con medidas de seguridad, capacitación técnica y acceso a permisos legales, evitando así más tragedias que enluten a las comunidades.

El gobierno municipal y estatal han sido convocados por los propios vecinos a fortalecer los esquemas de protección civil y a apoyar con alternativas seguras a quienes dependen de esta actividad para subsistir, en una región donde la identidad, la cultura y el sustento económico están profundamente ligados a la pólvora.