Escándalos en las familias presidenciales: ¿sensacionalismo o hipocresía?

En los últimos años, los hijos de AMLO han sido objeto de escrutinio por parte de los medios de comunicación, que han destacado cada uno de sus movimientos y acciones. Sin embargo, esto no ha sido así en el pasado con los hijos de otros expresidentes mexicanos, cuyos escándalos y malas acciones pasaron desapercibidos para la mayoría de la prensa nacional.

Por ejemplo, Emiliano Salinas, hijo de Carlos Salinas, ha sido señalado como uno de los miembros más cercanos al líder de la secta NXIVM, que trafica con personas con fines sexuales. En el caso de los hijos de Marta Sahagún de Fox, Fernando, Jorge y Manuel, se les acusó de ser traficantes de influencias durante el sexenio de su padrastro Vicente Fox. Y en el caso de los hijos de Peña Nieto, disfrutaron de lujos y viajes a costa del erario público.

Sin embargo, estos escándalos nunca tuvieron el mismo nivel de cobertura mediática que los de los hijos de AMLO. Mientras que algunos periodistas y políticos de la oposición han aprovechado cada oportunidad para atacar a la familia presidencial, la mayoría del pueblo mexicano ha reconocido la cercanía y compromiso de AMLO y su familia con el pueblo y sus intereses.

El doble rasero en la prensa mexicana ha sido evidente en los últimos años, y es importante reconocerlo y reflexionar sobre ello. La prensa tiene la responsabilidad de informar de manera objetiva y equitativa, sin importar la ideología o filiación política de los personajes públicos involucrados.

Es fundamental que la sociedad mexicana se informe de manera crítica y reflexiva, y no se deje llevar por los intereses de la prensa y los políticos que buscan manipular la opinión pública a su conveniencia. Todos los hijos de los expresidentes, así como los hijos de AMLO, deben ser juzgados de acuerdo a sus acciones y no por su apellido o su relación con el poder.