Emergencia por Tormenta Hilary: Estragos en Baja California
Baja California Sur y Baja California, dos de los estados más emblemáticos de México, se encuentran actualmente en estado de emergencia luego de ser azotados por las intensas lluvias y los poderosos vientos de la tormenta tropical Hilary, que previamente había sido degradada de huracán a tormenta tropical. Los estragos dejados a su paso por esta tormenta han incluido inundaciones, caminos y carreteras destrozados, cortes de luz y comunicaciones, así como una persona desaparecida. Las autoridades y los equipos de rescate están trabajando incansablemente para brindar apoyo y asistencia a los afectados.
La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) ha emitido una declaratoria de emergencia para Baja California, buscando asegurar que fluyan los recursos y apoyos necesarios para enfrentar la situación. La magnitud de la devastación es particularmente notable en el municipio de Mulegé, que ha sido golpeado con fuerza por la tormenta. El gobernador Víctor Manuel Castro ha anunciado su intención de solicitar una declaratoria de desastre para Mulegé, donde más de mil personas se encuentran en albergues a raíz de la tormenta.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha informado que en Baja California Sur, casi 90,000 usuarios han sido afectados por cortes de energía, pero afortunadamente el servicio ha sido restablecido en un 96 por ciento de las áreas afectadas. Sin embargo, persisten zonas anegadas que mantienen a varios poblados, como Santa Rosalía, Loreto y Bahía Asunción, incomunicados y en una situación difícil.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha estado siguiendo de cerca la situación y ha destacado los esfuerzos de su gobierno para brindar ayuda a la población en Baja California Sur, especialmente en Mulegé y las islas impactadas por la tormenta Hilary. A pesar de que la tormenta fue degradada, el presidente subrayó la persistencia de fuertes lluvias y aseguró que los esfuerzos de ayuda y recuperación continuarán.
El impacto de Hilary ha sido evidente en las áreas afectadas, con reportes de caminos destruidos y carreteras intransitables. Las fuerzas federales, en cooperación con las autoridades locales, han desplegado más de 2,000 elementos para atender a los ciudadanos afectados por la tormenta. Estos esfuerzos han incluido rescates y desalojos, habiéndose rescatado a 18 personas y ayudado en el desalojo de más de mil 700 personas hasta el momento.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha sido una parte fundamental en la respuesta a la emergencia, con 983 militares trabajando en la aplicación del Plan DN-III-E para brindar apoyo a la ciudadanía en las áreas afectadas por Hilary. A pesar de que la tormenta ya no es un huracán, su impacto se ha sentido en diversos puntos geográficos. Hilary pasó inicialmente sobre la línea de costa de Punta Eugenia en Baja California Sur y luego cruzó las islas Natividad y Cedros. Posteriormente, ya como tormenta tropical, tocó tierra en las inmediaciones de San Quintín, Baja California.
La magnitud de los estragos ha llevado a una reunión del Consejo Estatal de Protección Civil, donde se discutieron las áreas más afectadas y los daños causados. La carretera Transpeninsular ha sufrido cortes debido al paso de arroyos, dificultando la comunicación entre diversos puntos. El gobernador Víctor Manuel Castro ha emprendido un recorrido de evaluación por las zonas más afectadas, incluyendo localidades como Santa Rosalía, La Bocana, Punta Abreojos, Bahía Asunción y Bahía Tortugas.
Las comunidades costeras han sido particularmente impactadas por la tormenta, con daños a embarcaciones, casas y plantas de cooperativas pesqueras en lugares como Punta Abreojos y La Bocana. Santa Rosalía ha sufrido daños en su bordo de contención, lo que permitió que una fuerte corriente de agua atravesara una calle céntrica. Por su parte, Bahía Asunción y Bahía Tortugas se han visto privadas de servicios básicos como la energía eléctrica, el teléfono y el acceso a Internet.
La situación en Mulegé es especialmente preocupante, ya que más de mil personas se encuentran en refugios temporales, principalmente en el poblado de Vizcaíno. A medida que las aguas se retiran en otras áreas, como Los Cabos, La Paz, Comondú y Loreto, las personas albergadas han comenzado a regresar a sus hogares, pero la limpieza y la reparación de daños están en marcha.
La respuesta a la emergencia también ha involucrado a otras entidades. La ciudad de Mexicali ha sufrido la caída de más de 15 postes de la CFE debido a los fuertes vientos, lo que ha causado interrupciones en el servicio eléctrico y afectado a cientos de familias. En Tijuana, se han reportado fallas intermitentes en el servicio eléctrico y la formación de corrientes de agua en algunas calles. Al menos 60 personas han sido trasladadas a albergues en la ciudad.
Además, las tormentas que ocurrieron en Guadalajara y Puerto Vallarta la noche del sábado también han dejado su marca en la región. El sistema de transporte colapsó, árboles cayeron e inundaciones afectaron calles y avenidas en ambas ciudades. Estos eventos resaltan la importancia de estar preparados para eventos climáticos extremos en diversas partes de México.
En resumen, la tormenta tropical Hilary ha causado estragos significativos en la península de Baja California, dejando a su paso inundaciones, daños a la infraestructura y cortes de servicios básicos. A pesar de los esfuerzos de rescate y recuperación, la situación sigue siendo complicada en diversas comunidades afectadas. Las autoridades, los equipos de emergencia y la población en general están uniendo fuerzas para enfrentar los desafíos que presenta esta situación climática, recordándonos la importancia de la preparación y la solidaridad en momentos de adversidad.