El sureste mexicano lidera el dinamismo económico mientras la CDMX y estados industriales mantienen su fuerza

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer el desempeño económico de las entidades federativas en 2023, destacando que la Ciudad de México, el Estado de México, Nuevo León, Jalisco y Guanajuato contribuyeron con casi dos quintas partes del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. No obstante, el sureste del país fue el que mostró mayor dinamismo económico, impulsado por entidades como Quintana Roo y Oaxaca.
En 2023, el PIB a precios de mercado alcanzó los 31 billones 855 mil millones de pesos. La Ciudad de México lideró las aportaciones con un 14.8 por ciento del total, seguida por el Estado de México, que contribuyó con un 9.1 por ciento. Ambas entidades, que conforman una parte esencial del centro económico del país, representaron casi una cuarta parte del avance nacional.
El crecimiento del PIB nacional fue del 3.3 por ciento en términos reales respecto a 2022, reflejando un desempeño positivo a pesar de las variaciones regionales. Treinta entidades lograron incrementos en su PIB, mientras que Coahuila y Tamaulipas fueron las únicas con retrocesos, registrando caídas de 0.7 y 0.1 por ciento, respectivamente.
El informe destaca el crecimiento sobresaliente en entidades del sureste, con Quintana Roo al frente al registrar una impresionante tasa de 13.2 por ciento. San Luis Potosí tuvo un crecimiento del 8 por ciento, mientras que Oaxaca y Campeche crecieron 7.6 y 7.5 por ciento, respectivamente. Otros estados con desempeño notable fueron Aguascalientes (6.2 por ciento), Yucatán (5.4), Sonora (4.7) y la Ciudad de México (4.3 por ciento). Estos resultados reflejan el impulso que han tenido sectores clave como el turismo, las actividades industriales y la infraestructura en estas regiones.
Sin embargo, no todos los estados del sureste mantuvieron el ritmo de crecimiento. Tabasco y Chiapas, que en 2022 habían mostrado avances importantes, no lograron repetir el desempeño del año anterior.
En cuanto al Valor Agregado Bruto (VAB), el Inegi detalló que las actividades primarias —que incluyen agricultura, ganadería, pesca y caza— sumaron un billón 222 mil millones de pesos corrientes. Jalisco encabezó esta contribución con un 14.2 por ciento, seguido por Michoacán (10.5 por ciento), Chihuahua y Veracruz (ambos con 6.9 por ciento). Sonora (6.5 por ciento), Sinaloa (6.2) y Guanajuato (5.6) también aportaron de manera destacada a estas actividades esenciales para el abasto alimentario del país.
Por su parte, el VAB de las actividades secundarias —minería, manufactura, construcción y generación de energía— alcanzó los 10 billones 347 mil millones de pesos. Nuevo León fue el líder en este sector con un 9.8 por ciento de participación, seguido por el Estado de México (7.7 por ciento), Jalisco (6.5), Coahuila (6), Baja California (5.5), Chihuahua (5.3) y Guanajuato (5.1). Estas cifras reflejan el papel fundamental de los estados industriales en el crecimiento económico nacional.
Finalmente, las actividades terciarias, que engloban servicios y comercio, sumaron 18 billones 368 mil millones de pesos corrientes. La Ciudad de México fue el motor principal con una contribución del 21.4 por ciento, mientras que el Estado de México aportó el 10.2 por ciento. Jalisco (7.5), Nuevo León (7.1), Veracruz (4.4) y Guanajuato (3.9) también destacaron en este rubro, consolidando su posición como centros neurálgicos del comercio y los servicios en el país.
Este panorama económico revela una economía nacional diversificada donde el centro y norte industrial continúan siendo pilares sólidos, mientras el sureste muestra un dinamismo prometedor que fortalece el desarrollo económico del país.