El peso mexicano resiste presiones externas y busca estabilidad ante un panorama global incierto

El peso mexicano inició la sesión de este lunes con una ligera depreciación frente al dólar estadounidense, en un entorno marcado por las persistentes tensiones en los mercados internacionales. La moneda nacional registró una baja del 0.24 por ciento, cotizándose en aproximadamente 20.7480 pesos por dólar. Este comportamiento refleja las preocupaciones globales derivadas de las subidas en los intereses de la deuda estadounidense, el fortalecimiento del dólar y el incremento en los precios del petróleo.

El dólar estadounidense continúa mostrando fuerza en los mercados internacionales. Su índice, que mide su desempeño frente a una canasta de seis divisas clave, reportó un alza del 0.17 por ciento, ubicándose en 109.665 puntos, uno de los niveles más altos de los últimos meses. Este rally de la divisa estadounidense genera un entorno complejo para otras monedas internacionales, incluido el euro, que lucha por mantenerse sobre los 1.02 dólares, y la libra esterlina, que cayó un 3 por ciento en las dos primeras semanas del año, situándose en 1.21 dólares.

Por su parte, los mercados de petróleo enfrentan presiones adicionales. El barril de Brent, referencia global, alcanzó máximos no vistos desde agosto al superar temporalmente los 81 dólares, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) registró un aumento del 1.28 por ciento, llegando a 76.73 dólares por barril. Este incremento en los precios del crudo se da en medio de nuevas sanciones internacionales contra Rusia, las cuales podrían restringir el suministro de petróleo hacia grandes economías emergentes como China e India.

Otro factor de peso en el panorama financiero es el desempeño de los bonos estadounidenses a 10 años, cuyo interés subió a 4.774 por ciento. Este incremento está vinculado a la publicación del informe de empleo de Estados Unidos el pasado viernes, que reveló una inesperada aceleración en la creación de nuevos puestos de trabajo. La mejora en los indicadores laborales podría retrasar la esperada reducción de tasas de interés por parte de la Reserva Federal, generando incertidumbre en los mercados globales.

El contexto se complica aún más con las expectativas inflacionarias en Estados Unidos, cuyo índice actualizado se dará a conocer este miércoles. Los analistas anticipan un incremento en la tasa de inflación, lo que fortalecería aún más al dólar y dificultaría la recuperación de otras economías. Adicionalmente, las tensiones inflacionarias se ven alimentadas por el encarecimiento del petróleo, elemento clave en el costo de producción y transporte a nivel mundial.

En Wall Street, el panorama también es incierto. Los futuros de los principales índices muestran retrocesos, siendo el Nasdaq el más afectado con una caída del 0.94 por ciento. Este escenario se presenta a tan solo una semana de que Donald Trump asuma nuevamente la presidencia de Estados Unidos, generando expectativas y especulaciones sobre los cambios en la política económica y comercial del país norteamericano.

A pesar de los desafíos, el peso mexicano mantiene su estabilidad relativa y sigue siendo una de las monedas más sólidas entre los mercados emergentes. La administración federal continúa trabajando en medidas estratégicas para proteger la economía nacional ante las complejidades del entorno internacional, reafirmando su compromiso con la estabilidad y el desarrollo del país.