El INE enciende motores para la histórica elección de jueces en 2024

Tras casi dos meses de incertidumbre, el Instituto Nacional Electoral (INE) finalmente inicia los trabajos para organizar la inédita elección de juzgadores federales, que deberá realizarse el próximo 1 de junio, en cumplimiento del mandato constitucional. Este proceso, calificado como extraordinario, enfrenta desafíos logísticos, políticos y de tiempo que han generado intensos debates tanto al interior del órgano como entre las instituciones involucradas.

La Comisión Especial encargada de coordinar la elección quedó formalmente instalada este miércoles, marcando el arranque de un proyecto sin precedentes en el país. La presidenta del INE, Guadalupe Taddei, subrayó la importancia de la tarea y sostuvo reuniones clave con diputados para revisar la solicitud presupuestal de 13,205 millones de pesos que el instituto necesita para garantizar la realización del proceso.

El mandato del TEPJF y el compromiso del INE

La decisión de avanzar en la elección de jueces, magistrados y ministros surge tras una resolución firme del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que ordenó tanto al INE como al Senado dar continuidad al proceso. La consejera Claudia Zavala, quien inicialmente expresó dudas debido a sanciones previas contra los consejeros por presuntas omisiones relacionadas con la reforma al Poder Judicial, reconoció la obligatoriedad de la resolución. “No juzgamos las decisiones del tribunal; son fallos que nos vinculan y debemos cumplir”, declaró, destacando la importancia de actuar con rapidez en este complejo escenario.

Por su parte, la presidenta del TEPJF, Mónica Soto, destacó que impedir un proceso electoral sería un atentado contra la democracia. “El día que una autoridad detenga una elección de voto popular, preocupémonos, porque la democracia se habrá roto en el país”, advirtió durante un evento en Baja California Sur.

Tensiones internas y desafíos logísticos

A pesar de que el INE ha encendido motores, no todo es claridad en su interior. Se anticipa una renuncia importante en la Junta General Ejecutiva, la columna vertebral administrativa y jurídica del instituto, lo que podría generar ajustes en los días venideros. Además, los retos organizativos y financieros son enormes. Con menos de siete meses para planear y ejecutar la elección, el INE deberá desplegar toda su capacidad técnica y operativa para cumplir con los estándares que exige un proceso electoral nacional.

En paralelo, nueve de los 11 consejeros del INE sostuvieron una reunión privada con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, en lo que parece ser parte de las negociaciones políticas y de coordinación necesarias para garantizar el éxito del proceso.

El contexto presupuestal y político

El costo de la elección es uno de los puntos más sensibles. Guadalupe Taddei busca el respaldo de los diputados para asegurar los recursos necesarios, aunque no se descartan tensiones en un escenario donde el presupuesto del INE suele ser objeto de escrutinio político.

Este proceso, el primero en el que jueces, magistrados y ministros serán elegidos por voto popular, representa un parteaguas en la historia política y democrática de México. Más allá de los retos, será un examen para las instituciones y un reflejo del compromiso con el fortalecimiento de la democracia.

Con el reloj en contra, el INE deberá demostrar su capacidad para coordinar esta elección histórica, sorteando obstáculos internos y externos para garantizar que los ciudadanos ejerzan su derecho al voto en un evento sin precedentes.