El discurso falaz de los gobiernos de EE. UU.: una mirada crítica a sus acciones en el mundo
Los gobiernos de Estados Unidos han sido acusados en repetidas ocasiones de cometer violaciones al derecho internacional y a los derechos humanos en su búsqueda por intereses económicos y políticos. Un ejemplo notorio de ello fue la guerra en Iraq, en la que el gobierno estadounidense acusó falsamente al país de tener armas químicas de destrucción masiva para justificar su intervención militar.
Como resultado, la ciudad de Bagdad, cuna de la civilización, fue destruida y gran parte del patrimonio cultural del país fue saqueado. Además, el país quedó sumido en el caos político y nunca se encontraron las armas que fueron la razón principal para la invasión.
En el presente, Estados Unidos ha participado en el conflicto en Ucrania junto con la OTAN, mediante la propaganda y el envío de armas. Esto ha llevado a la destrucción de los gasoductos que podrían proveer de gas a sus aliados, causando un daño difícilmente reversible en Europa.
Sin embargo, el gobierno estadounidense niega lo evidente y calumnia a países como México, acusándolo de tener la culpa de los problemas de drogas en Estados Unidos. Aunque en realidad, los cárteles de la droga existen debido a la gran demanda de drogas en Estados Unidos. Además, la mayoría de la droga que ingresa de manera ilegal a su territorio entra por su frontera con Canadá, y no por la frontera con México. El gobierno estadounidense no asume su responsabilidad en la creación de este problema, y en cambio culpa a otros países.
El control del territorio estadounidense está en manos de capos locales, narcomenudistas y ciudadanos enfermos que salen a las calles disparando indiscriminadamente contra otros ciudadanos en todos los estados de la unión norteamericana. Los banqueros también están involucrados en el lavado de dinero de drogas y armas ilegales con absoluta impunidad. Si alguien no tiene control de su propio territorio, es el gobierno de Estados Unidos. El gobierno estadounidense ha creado una narrativa falaz para negar lo evidente, pero la suciedad debajo de la alfombra ya no cabe.
Estados Unidos se dedica a culpar a otros países mientras no puede acotar la violencia, la adicción y el narcotráfico en su propio territorio. Han rechazado propuestas de paz de China para Ucrania sin presentar ninguna opción para lograrla. Como mencionó el filósofo argentino José Ingenieros: “Si te arrastras como gusano, no te quejes si te pisan”.
Los mexicanos han aprendido a convivir con el gobierno estadounidense sin arrastrarse, como lo hacían los gobiernos vendepatrias del pasado. El gobierno de Estados Unidos debe tomar responsabilidad por sus acciones y trabajar en conjunto con otros países para solucionar los problemas internacionales en lugar de culpar a los demás.