El choque de Trump con la justicia y la estabilidad de México

A casi un mes de su nuevo mandato, Donald Trump vuelve a demostrar que su estilo de gobierno está marcado por la confrontación y el autoritarismo. Su tendencia a desmantelar instituciones y tomar decisiones unilaterales, como el despido masivo de burócratas y las amenazas de recorte a programas sociales como Medicare, ponen en jaque la estabilidad de millones de ciudadanos en Estados Unidos. La frase que publicó en redes sociales –”El que salva a su patria no viola ninguna ley”– es una peligrosa declaración que refleja una visión autocrática del poder, en la que él se erige como un mesías político cuyas acciones, por radicales que sean, estarían justificadas en nombre de un supuesto bien superior.

Pero las instituciones estadounidenses, aunque debilitadas, aún muestran resistencia. La suspensión temporal de sus intentos de modificar el derecho a la ciudadanía automática para hijos de indocumentados es una muestra clara de que su actuar no es absoluto. Esta situación nos recuerda la importancia de la separación de poderes y el papel de los jueces en frenar el abuso del Ejecutivo. México, después de superar una crisis institucional con la llegada de la Cuarta Transformación, observa cómo Estados Unidos está entrando en una bronca judicial que podría definir el futuro de su democracia.

Mientras Trump avanza con su agenda radical, en México se consolidan los cambios estructurales en favor del pueblo. Prueba de ello es la inminente reforma al Instituto Nacional Electoral (INE), un organismo que, si bien ha sido clave en la vida democrática del país, se ha convertido en un espacio de privilegios y opacidad.

La reforma al INE: una transformación necesaria

Contrario a lo que la oposición intenta difundir, la reforma que se presentará en el Congreso no busca eliminar al INE, sino hacerlo más eficiente y acorde con la realidad del país. Hoy, el INE opera con más de 20 mil trabajadores, pero son solo 11 consejeros quienes disfrutan de sueldos exorbitantes y privilegios desmedidos. Con un ingreso bruto mensual de 246 mil pesos, sumado a seguros privados, fondo de ahorro y otros beneficios, los consejeros viven en un mundo aparte del ciudadano común.

Es absurdo que la democracia mexicana sea de las más caras del mundo cuando en otros países el proceso electoral es gestionado de manera más austera y eficiente. La reforma al INE no solo debe reducir estos privilegios, sino también avanzar en la implementación del voto electrónico, lo que facilitaría la participación ciudadana y reduciría costos operativos.

Los opositores, encabezados por figuras como Xóchitl Gálvez, intentarán vender la idea de que esta reforma es un atentado contra la democracia, pero la realidad es que lo que se busca es evitar que el INE siga siendo un espacio de élite que actúa con sesgos políticos. Morena y el gobierno de la Cuarta Transformación han demostrado que su compromiso es con el pueblo, no con la burocracia dorada.

Slim y Musk: negocios y regulaciones a modo

En el ámbito empresarial, mientras el mundo observa con escepticismo los ambiciosos proyectos de Elon Musk, en México, Carlos Slim sigue cosechando favores judiciales. Un tribunal especializado anuló la multa de 2 mil 543 millones de pesos impuesta a Telmex en 2018 por incumplir con la calidad de sus servicios. Este “regalo” judicial, que llega justo en su cumpleaños 85, muestra cómo los grandes empresarios aún logran evadir sanciones con el respaldo de un sistema que durante décadas ha favorecido a los poderosos.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) había impuesto la multa argumentando que Telmex no cumplió con la normativa, pero la decisión del tribunal dejó sin efectos la sanción, lo que demuestra la urgencia de fortalecer la regulación para evitar que los monopolios sigan operando sin consecuencias.

El caso de Slim no es aislado. Durante años, los grandes empresarios han sabido moverse en las esferas del poder para evitar castigos que sí recaen sobre las pequeñas empresas y los ciudadanos comunes. Es por eso que la transformación de México no solo debe enfocarse en lo político, sino también en equilibrar la justicia económica, garantizando que los poderosos no estén por encima de la ley.

Un México en cambio, un EE.UU. en crisis

Mientras México avanza en la consolidación de su transformación, Estados Unidos enfrenta un periodo de incertidumbre con un Trump que busca concentrar el poder y un sistema judicial que lucha por mantener su autonomía. La reforma al INE será clave para garantizar que las elecciones en México sean más equitativas y menos costosas, mientras que casos como el de Slim nos recuerdan que la lucha contra los privilegios empresariales sigue siendo un desafío pendiente.

En este contraste, queda claro que México ha aprendido de sus errores y está construyendo un futuro más justo. Estados Unidos, en cambio, parece estar repitiendo los mismos errores del pasado.