Desaceleración Económica en México: Actividad Crece a Menor Ritmo
Ciudad de México. La economía mexicana ha mostrado signos de desaceleración en los meses de marzo y abril, según el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) reveló que el crecimiento económico fue menor comparado con el mismo periodo del año anterior, destacando un notable enfriamiento en el dinamismo industrial.
En marzo, el Inegi estimó un crecimiento económico de 2.4 por ciento, mientras que en abril el crecimiento se redujo a 1.7 por ciento. Estas cifras son menores a las registradas en el mismo periodo del año pasado, cuando la economía creció a tasas de 3.2 por ciento en marzo y 2.6 por ciento en abril, respectivamente.
La desaceleración fue más pronunciada en las actividades secundarias, que incluyen la industria. Este sector registró un crecimiento de 2.5 por ciento en marzo y apenas 1.6 por ciento en abril, en comparación con los mismos meses del año anterior. Este menor dinamismo industrial refleja los retos que enfrenta la manufactura y otros sectores industriales en el país.
En contraste, el sector terciario, que engloba los servicios, mostró un mejor desempeño. Este sector logró avanzar 3.1 por ciento en marzo y 2.2 por ciento en abril. El crecimiento en los servicios sugiere una resiliencia en la demanda interna y el consumo, a pesar de las presiones económicas.
El IOAE del Inegi se basa en una variedad de datos económicos para estimar el crecimiento. Entre los indicadores considerados se encuentran las ventas totales reportadas por la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad), el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la demanda de gasolina, el empleo, la inflación, las transacciones del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), las remesas y el tipo de cambio. Estos datos permiten una visión anticipada del comportamiento económico, ajustando las políticas y estrategias gubernamentales en consecuencia.
Comparando con el mes inmediato anterior, el IOAE registró un retroceso de 0.2 por ciento en marzo, aunque logró un pequeño avance de 0.1 por ciento en abril. Esta leve recuperación mensual sugiere que la economía mexicana podría estar buscando estabilidad tras el impacto inicial de diversos factores adversos.
El informe del Inegi llega en un contexto de incertidumbre global y presiones inflacionarias, que han afectado la economía mundial. La respuesta del gobierno y los actores económicos será crucial para mitigar los efectos de esta desaceleración y fomentar un crecimiento sostenido en los próximos meses.
La desaceleración en el crecimiento económico subraya la necesidad de políticas robustas que impulsen tanto la industria como los servicios, garantizando un desarrollo equilibrado. Las inversiones en infraestructura, tecnología y capacitación laboral podrían ser clave para revitalizar el sector industrial y mantener el impulso en los servicios.
En resumen, aunque la economía mexicana muestra signos de desaceleración, particularmente en el sector industrial, el crecimiento en los servicios ofrece un rayo de esperanza. La recuperación económica dependerá de la capacidad del país para adaptarse a los desafíos y aprovechar las oportunidades en un entorno económico global complejo.