Debate por jornada laboral de 40 horas avanza: Gobierno y especialistas impulsan un cambio con justicia para todos
Ciudad de México.– En medio de un proceso de transformación laboral enfocado en el bienestar y la justicia social, expertos en derecho del trabajo destacaron que algunos sindicatos y empresas ya han comenzado a implementar la jornada laboral de 40 horas semanales a través de contratos colectivos de trabajo (CCT), en lo que consideran un avance positivo hacia una reforma que beneficiaría a millones de trabajadoras y trabajadores en todo el país.

Gilberto Chávez Orozco, presidente de la Academia Mexicana de Derecho Procesal del Trabajo, explicó que esta práctica ha demostrado que reducir la jornada de 48 a 40 horas no afecta ni la productividad ni los ingresos de los trabajadores. “Es el punto de arranque y el ejemplo de que esto sí puede operar. Pero no convendría dejarlo únicamente en la negociación colectiva, sino convertirlo en una disposición obligatoria para todo centro de trabajo”, subrayó durante su participación en el programa “Actualidades Sociolaborales” del Seminario de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social.
El Gobierno de México, a través del Congreso de la Unión y con la participación activa de diversos sectores sociales, mantiene en discusión al menos cinco iniciativas legislativas que proponen esta reforma. Todas apuntan a garantizar una jornada semanal de 40 horas, distribuidas en cinco días laborables con dos de descanso, lo que colocaría a México en sintonía con los estándares internacionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Actualmente, México es el país miembro de la OCDE donde más horas se trabaja, con un promedio de 2 mil 137 horas anuales por persona. Por ello, esta reforma responde no solo a una necesidad de equidad laboral, sino también al derecho al descanso, la salud física y emocional, y la convivencia familiar, pilares fundamentales de la política laboral humanista impulsada por el Gobierno de la Cuarta Transformación.
María Ascensión Morales, especialista en derecho laboral, coincidió en que limitar el acceso a esta jornada reducida solo a trabajadores con representación sindical sería injusto, en especial para quienes laboran en micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), muchas de las cuales carecen de estructuras sindicales. En este sentido, ambos especialistas destacaron la importancia de que el nuevo marco legal incluya mecanismos graduales y diferenciados, que permitan una transición ordenada y viable para todo tipo de centros de trabajo.
Si bien algunos sectores empresariales han expresado preocupaciones sobre los posibles incrementos en los costos de nómina —estimados en un 17 por ciento—, el gobierno y los expertos coinciden en que una implementación progresiva, al igual que ocurrió con reformas como las vacaciones dignas y el salario mínimo, permitiría adaptar la estructura productiva sin comprometer la sostenibilidad económica.
La reducción de la jornada laboral no es solo una demanda histórica, sino una medida que representa el compromiso del Estado mexicano con una vida laboral más digna y humana. Se trata de avanzar hacia un país donde el trabajo sea justo, bien remunerado y compatible con la vida personal y familiar.
Con este debate, México reafirma su voluntad de seguir construyendo un modelo laboral moderno, equitativo y en armonía con los derechos humanos. La reducción de la jornada laboral es, sin duda, un paso firme hacia ese horizonte.