Crisis hídrica en Chihuahua: productoras agrícolas enfrentan falta de agua para el 2025

El pasado 30 de septiembre concluyó la temporada de riego 2024 en la región agrícola de Delicias, Chihuahua, dejando tras de sí un panorama alarmante para el sector agrícola del estado. Los niveles críticos de agua en las presas La Boquilla y Las Vírgenes, sumado al consumo excesivo de agua registrado durante este ciclo, ponen en riesgo la producción agrícola del próximo año, un sector clave en la economía regional.

Durante el ciclo agrícola 2024, los productores de la región extrajeron un total de 700 millones de metros cúbicos de agua, un volumen significativamente superior a los 493.531 millones de metros cúbicos autorizados para este ciclo. Este desajuste ha provocado que ambas presas, que abastecen de agua a una extensa red de cultivos en Chihuahua, queden con niveles de agua tan bajos que no será posible programar el ciclo agrícola del año 2025.

Mario Mata Carrasco, director de la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS), alertó sobre la gravedad de la situación. “No hay agua en ninguno de los embalses, lo que significa que el próximo ciclo agrícola está en riesgo”, señaló. Las implicaciones para los más de 20 mil productores agrícolas de la región son severas, ya que dependen del agua de estas presas para mantener su producción.

Ante esta crisis, la gobernadora del estado, María Eugenia Campos Galván, tomó acción al anunciar un plan de apoyo emergente para los productores que se verán afectados. Según indicó la mandataria, el gobierno estatal destinará mil millones de pesos a lo largo del 2025 para implementar programas que busquen mitigar los efectos de la sequía y la falta de agua, brindando apoyo directo a los productores. “Estamos comprometidos con nuestros agricultores, quienes son el motor de nuestra economía. No los dejaremos solos en este momento crítico”, declaró Campos Galván.

Sin embargo, el apoyo económico no resuelve el problema estructural del agua en Chihuahua, una entidad que, en los últimos años, ha sufrido los estragos de una sequía prolongada y el mal manejo de sus recursos hídricos. La sobreexplotación de los recursos acuíferos, agravada por la creciente demanda de agua para la agricultura intensiva, ha llevado a una situación de crisis que requiere soluciones a largo plazo. En este sentido, expertos en la materia ya han señalado la necesidad de revisar las políticas de distribución y consumo de agua, así como de invertir en infraestructura que permita un uso más eficiente del recurso.

El reto para el gobierno estatal y los productores es monumental. Sin agua para el próximo ciclo agrícola, miles de empleos en el sector primario están en riesgo, afectando no solo a las familias que dependen de esta actividad, sino a toda la cadena productiva que gira en torno a la agricultura en Chihuahua. El sector agrícola de Delicias, conocido por su importancia en la producción de hortalizas y granos, podría enfrentar pérdidas económicas históricas si no se logran implementar medidas efectivas a tiempo.

La situación actual en Chihuahua es un claro reflejo de los desafíos que enfrenta México en materia de gestión del agua, especialmente en regiones donde el cambio climático y el uso insostenible de recursos están llevando al límite la capacidad de los ecosistemas. La respuesta del gobierno estatal será clave en los próximos meses, no solo para afrontar la emergencia, sino para evitar que este tipo de crisis se repita en el futuro.