Crisis Hídrica en Aguascalientes: Presas Bajo Mínimos Históricos
Aguascalientes enfrenta una de las sequías más severas de las últimas décadas, con la presa Plutarco Elías Calles, la más grande del estado y ubicada en el municipio de San José de Gracia, registrando apenas un 12% de su capacidad total de almacenamiento. Este embalse, esencial para el suministro de agua en la región, es solo uno de los cinco principales del estado que se encuentran por debajo del 25% de su capacidad, según informó Isidoro Armendáriz García, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroempresarial (Sedrae).
La situación es alarmante no solo para la presa Calles, sino también para las otras cuatro presas importantes de Aguascalientes: Abelardo Rodríguez, Media Luna, Jocoque, y Niágara, las cuales en conjunto no alcanzan los 80 millones de metros cúbicos de agua, lo que evidencia la magnitud de la crisis hídrica que azota al estado.
Armendáriz García destacó que, descontando el volumen ocupado por sedimentos y desechos, la capacidad efectiva de la presa Calles es incluso menor al 10%. Esta no es la primera vez que el embalse enfrenta una situación crítica; en el año 2000, la presa experimentó su peor sequía del siglo, llegando a situarse por debajo del 6% de su capacidad, revelando las estructuras de un pueblo que yacía sumergido.
El rezago en materia de lluvias es otro factor preocupante para Aguascalientes. Según el titular de la Sedrae, desde 2022 las precipitaciones han estado por debajo del promedio anual de 500 milímetros, alcanzando apenas 340 milímetros en los dos últimos años. Estos datos subrayan la prolongada ausencia de lluvias suficientes para mitigar la sequía.
Ante este panorama, Eduardo Muñoz de León, titular de Protección Civil estatal, mencionó que los pronósticos de lluvia para los próximos meses sugieren una ligera mejora, esperando en mayo una captación que supere los 75 milímetros. Sin embargo, para junio, las expectativas son menos optimistas, lo que plantea un desafío continuo para la gestión de recursos hídricos en la entidad.
En un esfuerzo por contrarrestar la sequía, la gobernadora Teresa Jiménez Esquivel ha considerado la posibilidad de recurrir nuevamente al bombardeo de nubes, una técnica que consiste en dispersar yoduro de plata y acetona en la atmósfera para inducir la precipitación. Aunque esta medida no produjo los resultados esperados el año pasado, refleja la urgencia de buscar soluciones a una crisis que amenaza el suministro de agua y la sostenibilidad ambiental en Aguascalientes. La situación actual exige acciones inmediatas y coordinadas para salvaguardar los recursos hídricos de la región y prepararse para los desafíos que el cambio climático continúa imponiendo.