Crisis Agrícola por Sequía Devasta Durango y Zacatecas

En una alarmante situación agrícola, la sequía persistente que ha afectado a vastas regiones de Durango y Zacatecas durante meses está causando estragos devastadores en los cultivos de temporal. Los principales afectados son los cultivos de frijol, maíz, avena, cebada, trigo y calabaza, con pérdidas millonarias para los productores. De manera especialmente preocupante, en el estado de Zacatecas se vislumbran las peores cosechas del siglo XXI.

Durango: El desolador panorama agrícola

En el estado de Durango, la falta de lluvias desde noviembre del año pasado ha tenido un impacto devastador en los cultivos de temporal. Según líderes agropecuarios, un alarmante 90% de los cultivos de frijol, maíz, avena, cebada y trigo se han perdido. En términos económicos, las pérdidas podrían superar los 3 mil millones de pesos.

Carmelo Fernández, productor de frijol y maíz del municipio de Guadalupe Victoria, expresó su desesperación al afirmar: “A los productores ya nos llevó la chingada”. Fernández, también legislador perredista por el distrito 14, que incluye áreas como Cuencamé y Peñón Blanco, describió cómo los efectos de la sequía han devastado la producción agrícola en estas zonas clave para la agricultura de frijol y maíz.

En años anteriores, Durango solía cultivar cerca de 500 mil hectáreas de productos de temporal, con alrededor de 200 mil dedicadas al frijol, otras 200 mil al maíz y 100 mil a avena, cebada y trigo. Sin embargo, debido a la falta de precipitaciones entre junio y julio pasados, solo se pudieron sembrar poco más de 140 mil hectáreas de frijol y 120 mil de maíz. Actualmente, solo alrededor del 10% de la superficie original de cultivo se mantiene vivo, lo que se traduce en aproximadamente 50 mil hectáreas.

La gravedad de la situación también afecta al maíz, con más del 15% de los cultivos de temporal aún sobreviviendo pero en peligro de sequía y ataque de plagas. Además, otros cultivos como avena, cebada y trigo no lograron brotar debido a la falta de humedad en el suelo.

Estas pérdidas amenazan con desencadenar serios problemas económicos para los agricultores de la región. Las pérdidas estimadas superan los 3 mil millones de pesos, sin considerar los daños en la producción de avena, cebada y trigo.

Zacatecas: Un panorama igualmente desolador

El estado de Zacatecas también enfrenta una crisis agrícola alarmante debido a la sequía. Los productores de frijol, maíz y calabaza anticipan la peor cosecha en lo que va del siglo XXI debido a las precipitaciones escasas en los últimos meses. La situación es incluso más crítica que la vivida en 2013.

Ramiro Hinojoza, dirigente de los productores de frijol en el municipio de Sombrerete, que es conocido como la región frijolera del estado, advierte que de las 600 mil hectáreas de cultivo de temporal que se esperaba sembrar a principios de año, solo se pudieron cultivar 250 mil hectáreas de frijol, maíz y calabaza. Incluso estos cultivos que lograron sembrarse están en riesgo debido al estrés hídrico que sufren las plantas.

La falta de respuesta adecuada por parte de las autoridades agrícolas estatales y federales ha exacerbado la crisis. Aunque se anunció un Plan Emergente de Sequía hace dos semanas, las medidas implementadas hasta ahora, como la entrega de semillas de avena, han sido insuficientes para enfrentar la magnitud del problema. La ausencia de lluvias apenas permite la producción de forrajes, lo que no resuelve la crisis de abastecimiento para los animales y agrava la situación de los agricultores.

En palabras de Hinojoza, “las autoridades no están haciendo un uso adecuado de los recursos, porque apenas están entregando fertilizantes. ¿Para qué, si no hay casi nada sembrado?”. La situación es desesperante para los agricultores, que enfrentan una perspectiva sombría con cosechas que podrían reducirse a tan solo un 20% o 30% de lo esperado en condiciones normales.

El escenario económico es crítico, ya que muchos agricultores buscan recuperar algo de dinero en medio de tiempos difíciles. Sin embargo, el fertilizante entregado por el gobierno está siendo acaparado por intermediarios, lo que va en contra de la finalidad del programa de apoyo.

En conclusión, la sequía prolongada en Durango y Zacatecas ha desencadenado una crisis agrícola de proporciones alarmantes. Los cultivos de frijol, maíz, avena, cebada, trigo y calabaza han sufrido pérdidas significativas, amenazando la seguridad alimentaria y la economía de los agricultores en ambas regiones. Las respuestas gubernamentales hasta ahora han sido insuficientes para abordar la magnitud del problema, dejando a los agricultores en una situación desesperada en busca de soluciones para sobrevivir a esta dura realidad climática.