Crisis Agrícola en México: La Sequía Golpea Fuertemente la Producción de Frijol

La actualidad agrícola de México enfrenta uno de sus momentos más desafiantes en las últimas décadas, con una crisis sin precedentes en la producción de frijol, un alimento esencial en la dieta del pueblo mexicano. La severa sequía que azota diversas regiones del país ha provocado una significativa disminución en la cosecha de este producto básico, lo que a su vez ha generado un preocupante aumento en los precios para la población.

El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) reveló que durante el año agrícola de 2022, la producción de frijol alcanzó las 940 mil toneladas. Sin embargo, las proyecciones del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) indican que para este 2023, la cosecha podría reducirse a la mitad, situándose en apenas 470 mil toneladas. Si esto se confirma, estaríamos hablando de la peor cifra en los últimos 30 años para el cultivo de frijol en nuestro país.

Juan Carlos Anaya, director general del GCMA, señaló que originalmente se esperaba una producción similar a la del año pasado, pero la intensidad de la sequía ha obligado a recortar estas expectativas a la mitad. Este fenómeno climático no solo ha impactado la producción de frijol sino que también ha tenido efectos en otras áreas de la economía nacional.

El frijol, cuyo cultivo se concentra en un 75% durante el ciclo primavera-verano y un 25% en otoño-invierno, se ve seriamente afectado en estados clave como Zacatecas, Sinaloa, Durango, Chihuahua, Nayarit, San Luis Potosí, Guanajuato, Chiapas y Veracruz. Estas entidades representan más del 75% de la producción nacional.

Además, la Comisión Nacional del Agua informó que entre enero y julio de 2023, las lluvias acumuladas a nivel nacional alcanzaron solamente 240.6 milímetros, marcando el nivel más bajo en la última década. Este déficit hídrico ha sido un factor determinante en la reducción de la producción.

Frente a esta disminución de la producción interna, México ha tenido que recurrir a un aumento en las importaciones de frijol, las cuales se han incrementado en un 249% durante el periodo de enero a septiembre de 2023, comparado con el mismo lapso del año anterior. Estas cifras reflejan un esfuerzo por mantener el abastecimiento del mercado interno.

Los efectos de esta crisis no solo se limitan al ámbito de la producción, sino que también han generado un impacto directo en los precios al consumidor. Según el GCMA, los precios del frijol negro y pinto han aumentado 3.6 y 31.3 por ciento, respectivamente, en el último año.

La situación se agrava al considerar que Estados Unidos, principal proveedor de frijol a México, también ha experimentado una disminución en su producción, lo que eventualmente podría resultar en un aumento adicional en los precios. Los expertos advierten que esta circunstancia podría llevar a los consumidores a buscar alternativas al frijol o reducir su consumo, lo que tendría un impacto significativo en la dieta y economía de las familias mexicanas.

Esta crisis representa un reto mayúsculo para el sector agrícola nacional, y su resolución requerirá de una respuesta coordinada entre el gobierno, los productores y otros actores relevantes, buscando estrategias que mitiguen el impacto en la población y aseguren la sostenibilidad del sector en el futuro.