Controversia por deforestación del río Santa Catarina en Monterrey, Nuevo León
Ciudadanos, ambientalistas y ecologistas se congregaron ayer en el paso multimodal que conecta el centro de Monterrey con la colonia Independencia para expresar su rechazo a la reciente propuesta del gobernador emecista Samuel García Sepúlveda y las autoridades federales de deforestar el lecho del río Santa Catarina.
En una manifestación pacífica, los participantes denunciaron que la tala de árboles y pastizales a lo largo de 26 kilómetros del lecho del río, que atraviesa al menos cuatro municipios de la zona metropolitana de Monterrey, ocasionará un enorme daño al medio ambiente.
El pasado 6 de julio, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el gobierno de Nuevo León, a través de la Secretaría de Movilidad y Desarrollo Urbano, anunciaron planes de eliminar la vegetación nociva en el lecho del río para prevenir inundaciones que pongan en peligro vidas humanas, como ocurrió en el pasado con los huracanes Gilberto, Álex o Emily que azotaron la región.
Sin embargo, ecologistas y ambientalistas argumentan que esa justificación es una falacia, ya que los árboles existentes en el lecho del río cumplen una función vital al actuar como amortiguadores naturales contra las inundaciones.
Contrario a las promesas de las autoridades estatales y federales de realizar una tala selectiva, se ha confirmado que el sábado pasado se derribaron sauces y álamos, especies nativas de ese hábitat que se formó hace 13 años después del paso del huracán Álex. Los árboles talados tardarán al menos 30 años en alcanzar las dimensiones que tenían y que contribuían a purificar el aire de la capital del estado, según informaron los manifestantes.
Norberto de la Rosa Buenrostro, líder de la organización Iniciativa y Valor Civil, anunció que están preparando un amparo legal para detener la deforestación del bosque urbano. Además, enfatizó que la presencia de estos árboles evita el desbordamiento del río Santa Catarina.
Este hábitat, afirmó Buenrostro, alberga aves migratorias, castores, mapaches, tortugas y peces, además de una flora nativa que brinda servicios ambientales a la zona metropolitana de Monterrey.
El líder ambientalista destacó que el recurso legal presentado tiene como objetivo detener la deforestación que se extiende inicialmente a lo largo de 26 kilómetros, desde el arroyo El Obispo en el municipio de Santa Catarina, pasando por San Pedro Garza García, Monterrey y Guadalupe.
Asimismo, señaló que las autoridades responsables no han presentado un manifiesto de impacto ambiental ni un estudio técnico que justifique la tala de árboles, por lo que consideran que es necesario otorgar el amparo solicitado.
Según los manifestantes, las plantas en el lecho del río ayudan a controlar el polvo y contribuyen a la generación de oxígeno, por lo que consideran que se debió realizar un análisis más exhaustivo antes de proceder con la eliminación de todos los árboles.
Sospechas sobre una posible concesión
De la Rosa también señaló que resulta sospechoso que la deforestación esté ocurriendo antes de que venza una concesión otorgada a la empresa Parques Ecológicos Siglo XXI SA de CV, programada para el 31 de este mes.
Según explicó, esta concesión se otorgó después de los huracanes que no se llevaron los árboles, pero sí la infraestructura física artificial que se colocó en el lecho del río Santa Catarina, mientras que las plantas continuaron creciendo sin causar problemas de inundaciones.
“Creemos que se debe llevar a cabo una intervención inteligente en el lecho del río, respetando el medio ambiente. No queremos que esta limpieza sea un anticipo para renovar dicha concesión, que actualmente está a cargo del municipio de Monterrey y que podría extenderse hasta 50 años”, expresó De la Rosa respecto al permiso actual de 20 años que está a punto de expirar.
El líder ambientalista añadió que en el pasado, a pesar de que la licencia era para el caudal del río, se tomaron atribuciones en cuanto al uso del suelo para instalar campos de golf, canchas de tenis, pistas de Go Kart y otros tipos de infraestructuras que luego fueron arrastrados por la corriente del río.
Por su parte, el ecologista Raúl Ángel Rubio Cano resaltó que resulta llamativo que se estén construyendo edificios de gran altura a lo largo de las orillas del río Santa Catarina, en las cercanías de los ejes viales Constitución de oriente a poniente y Morones Prieto en sentido inverso.
Rubio Cano indicó que estos edificios no cuentan con la reserva territorial necesaria para áreas verdes, por lo que no sería sorprendente que pretendan utilizar áreas del río para compensar esta falta de espacios verdes y de convivencia.
El ecologista coincidió con De la Rosa en que el río debe ser manejado de manera inteligente, no solo para prevenir inundaciones, sino también para considerar otros servicios ambientales, como proporcionar un hábitat adecuado para la flora y fauna, así como la filtración de aire.
Las autoridades, según Rubio Cano, no han explicado cómo planean compensar estos servicios ambientales que ofrece el mayor bosque urbano de la zona metropolitana de Monterrey, que abarca no solo los 23 kilómetros desde San Pedro hasta Guadalupe, sino también hasta Cadereyta, donde el río Santa Catarina desemboca en el río San Juan.
Claudia Tapia Castelo, ex diputada local y ecologista, mencionó que después del huracán Álex en 2010 se decidió no intervenir en el río Santa Catarina y se invirtieron 3 mil millones de pesos para su conservación.
“Nos parece muy extraño este cambio de criterio por parte de la Semarnat, ya que estaría poniendo en riesgo la capacidad de desalojo del agua del río y la capacidad de captación de lluvias”, afirmó Tapia Castelo.
La ex diputada local destacó que la vegetación no representa ni ha representado un riesgo, a diferencia de la infraestructura física que existía antes de 2010. Considera que lo que se pretende hacer es un retroceso hacia el siglo pasado.
Ante la preocupación de los manifestantes y la controversia generada por la propuesta de deforestación, las autoridades no han proporcionado información sobre cómo planean abordar estos servicios ambientales y garantizar la protección del bosque urbano en la zona metropolitana de Monterrey.
La deforestación del lecho del río Santa Catarina no solo afectaría al medio ambiente, sino también a la calidad de vida de los habitantes de la región. La preservación de este ecosistema es fundamental para mantener el equilibrio ambiental y proteger la biodiversidad.
Los ciudadanos, ambientalistas y ecologistas continuarán luchando en contra de la deforestación y buscarán todas las vías legales posibles para detener esta acción. Consideran que es necesario promover una gestión inteligente del río, que tome en cuenta no solo la prevención de inundaciones, sino también la conservación de los servicios ambientales que proporciona.
La situación en Monterrey sigue generando debate y preocupación entre la sociedad. La defensa del medio ambiente y la preservación de los recursos naturales son temas que requieren una atención especial, especialmente en un contexto de crecimiento urbano y desarrollo económico.
Esperamos que las autoridades tomen en cuenta las voces de los ciudadanos y los expertos en medio ambiente, y consideren alternativas que permitan proteger y conservar el lecho del río Santa Catarina, garantizando un futuro sostenible para la región y sus habitantes.