Confianza del consumidor mexicano se debilita ante expectativas económicas
El pesimismo en torno a la situación económica de México para los próximos 12 meses ha comenzado a mermar la confianza de los consumidores, según revelan los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El Indicador de Confianza del Consumidor (Icc), que mide el sentimiento de los mexicanos respecto a su situación económica actual y futura, se ubicó en 46.9 puntos en julio, lo que representa una disminución de 0.4 puntos en comparación con el mes anterior.
Este descenso se da en un contexto donde todos los componentes del Icc registraron caídas, pero la más significativa fue la relacionada con las expectativas sobre la situación económica del país dentro de un año, la cual cayó 0.7 puntos. Este retroceso es particularmente relevante dado que se trata del primer descenso luego de dos avances consecutivos en este componente.
En los meses previos, la confianza de los consumidores se había estancado en abril y mayo, para luego registrar una ligera recuperación en junio, cuando tres de los cinco componentes del indicador mostraron mejoras, alcanzando niveles similares a los observados en febrero de 2019. No obstante, en julio, el panorama volvió a tornarse sombrío, impactando negativamente la percepción de la situación económica tanto a nivel de hogar como a nivel nacional.
Otro de los aspectos más afectados fue la expectativa de la situación económica de los miembros del hogar en los próximos 12 meses, la cual disminuyó 0.4 puntos, sumándose al deterioro de la percepción actual, que cayó 0.3 puntos en comparación con junio. Además, la posibilidad de realizar compras de bienes duraderos, como muebles y electrodomésticos, también registró su tercer descenso mensual consecutivo, con una disminución de 0.3 unidades.
Estos resultados reflejan el impacto del repunte inflacionario que ha afectado a México en lo que va del año, impulsado por el incremento en los precios de productos agrícolas, energéticos y servicios como la alimentación fuera del hogar y el turismo. Esta situación no solo ha enfriado el ánimo de los consumidores, sino que también ha comenzado a desacelerar el crecimiento económico del país, afectando la creación de empleo. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe) reveló recientemente una pérdida de más de 800 mil empleos, tanto formales como informales, en el mes de julio.
A pesar de este panorama, la Encuesta Nacional sobre la Confianza del Consumidor, realizada en 2 mil 336 viviendas urbanas a nivel nacional por el Inegi y el Banco de México (BdeM), mostró que la confianza del consumidor mexicano, aunque debilitada, sigue mostrando un nivel de optimismo, pero con cautela. En comparación con julio de 2023, el indicador presentó un incremento de 0.6 puntos, aunque con una evidente ralentización en su ritmo de crecimiento anual.
El panorama para los próximos meses se vislumbra complejo, con una confianza del consumidor que, aunque no ha colapsado, muestra signos de desgaste ante la incertidumbre económica que prevalece en el país. La posibilidad de realizar compras importantes sigue disminuyendo, reflejando un entorno donde los mexicanos optan por ser más cautelosos con su gasto ante la incertidumbre económica.