CNDH respalda estrategia de seguridad pública con Fuerzas Armadas y destaca resultados positivos
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reafirmó su apoyo a la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, asegurando que esta estrategia no constituye una militarización ni una amenaza a los derechos humanos. En un informe reciente, destacó que este modelo responde a un esfuerzo de cooperación institucional que busca enfrentar los complejos desafíos de seguridad que enfrenta México.
El organismo, presidido por Rosario Piedra Ibarra, señaló que el término “militarización” se ha utilizado de manera arbitraria y descontextualizada, generando críticas infundadas hacia la política de seguridad pública implementada en los últimos seis años. Según la CNDH, esta estrategia ha representado una ruptura con las políticas de administraciones anteriores, las cuales, afirmó, expusieron tanto a la población como a las Fuerzas Armadas a situaciones que derivaron en violaciones graves a los derechos humanos.
En contraste, el análisis de la CNDH sostiene que la actual estrategia de seguridad ha mostrado resultados positivos en la contención y reducción de delitos previamente fuera de control. Entre los avances destacados se encuentran la disminución de delitos del fuero federal, el robo de hidrocarburos, homicidios dolosos, feminicidios, secuestros y diversas modalidades de robo.
Reducción histórica de quejas contra las Fuerzas Armadas
El informe subraya una notable disminución en el número de quejas presentadas ante la CNDH contra las Fuerzas Armadas, en comparación con administraciones pasadas. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), históricamente la institución con mayor número de quejas, pasó de registrar 7,808 quejas entre noviembre de 2006 y noviembre de 2012, a 2,184 en el actual periodo. Esto representa una reducción del 72%, un dato que la CNDH califica como un avance significativo.
En el caso de la Secretaría de Marina (Semar), el informe destaca que su participación en tareas de seguridad también muestra una disminución en las quejas. Durante el periodo de 2012 a 2018, alcanzó un pico de 1,808 quejas, mientras que en la administración actual esta cifra se redujo en un 58%.
Según la CNDH, estos datos evidencian una disminución de conductas que vulneran derechos fundamentales como la vida, la integridad personal y la dignidad. Las violaciones graves de derechos humanos que predominaban en administraciones pasadas, como detenciones arbitrarias, tortura y tratos crueles, han sido reemplazadas por denuncias relacionadas con el incumplimiento de formalidades legales, irregularidades en cateos y visitas domiciliarias, y prestación indebida del servicio público.
Un modelo de cooperación institucional exitoso
La CNDH insistió en que el enfoque actual de seguridad pública ha sido una herramienta eficaz para pacificar al país. Reiteró que esta estrategia no busca militarizar a México, sino fortalecer la cooperación entre instituciones para enfrentar problemas que por décadas permanecieron sin control.
El respaldo de la CNDH a esta política de seguridad resalta no solo la reducción de los índices delictivos, sino también una mejora en la relación entre las Fuerzas Armadas y la ciudadanía. La institución llamó a evitar interpretaciones simplistas del modelo, reconociendo los avances logrados en el fortalecimiento del estado de derecho y el respeto a los derechos humanos en el país.