Chimalapas en disputa: comunidades zoques impugnarán fallo del tribunal agrario

El Tribunal Unitario Agrario (TUA) con sede en Tuxtepec emitió una controvertida sentencia que reconoce como ejidos a las comunidades de Canaán y Rafael Cal y Mayor, establecidas por pobladores de Chiapas en la región de Los Chimalapas, en Oaxaca. Este fallo ha sido calificado como ilegal y provocador por el Comité Nacional para la Defensa y Conservación de Los Chimalapas, que anunció su intención de impugnarlo ante instancias superiores.

La disputa radica en la propiedad de las tierras donde se encuentran dichas comunidades, ubicadas en el municipio de Santa María Chimalapa, Oaxaca. Estas tierras están respaldadas por resoluciones presidenciales de 1967 que, según los indígenas zoques, certifican que pertenecen al territorio oaxaqueño. Sin embargo, el tribunal argumentó que no es posible anular los ejidos, ya que también cuentan con resoluciones presidenciales que avalan su existencia.

Conflicto legal e histórico

El fallo surge tras años de litigio en los juicios agrarios 3035/2017 y 321/2018, en los que Santa María Chimalapa demandó la nulidad de los ejidos creados en su territorio. Según los defensores del territorio zoque, las resoluciones presidenciales que legitiman a los ejidos de Rafael Cal y Mayor (1971) y Canaán (1987) son posteriores a las que reconocen los bienes comunales de Santa María y San Miguel Chimalapa, emitidas el 21 de marzo de 1967.

En su veredicto, el TUA reconoció que las tierras disputadas se encuentran en territorio oaxaqueño, pero atribuyó el conflicto a una contradicción histórica originada por administraciones pasadas de la Secretaría de la Reforma Agraria, que permitieron la coexistencia de resoluciones incompatibles.

Resistencia zoque y defensa del territorio

El Comité Nacional para la Defensa y Conservación de Los Chimalapas considera que el fallo pone en riesgo la paz social de la región y que representa una provocación directa contra las comunidades indígenas que han defendido este territorio durante generaciones. El comité subrayó que la vasta biodiversidad de la zona ha sido blanco de grupos de talamontes y actores armados, quienes, amparados por la negligencia de las autoridades de Chiapas y Oaxaca, buscan explotar estos recursos naturales.

La comunidad zoque ha señalado que recurrirá a instancias federales en la Ciudad de México para apelar la resolución y garantizar el respeto a sus derechos ancestrales. Argumentan que este conflicto no solo se trata de la defensa territorial, sino también de la preservación de uno de los ecosistemas más ricos en biodiversidad del país.

Llamado a la justicia y preservación

La resolución del tribunal en Tuxtepec ha encendido nuevamente la polémica en una región que durante décadas ha enfrentado conflictos agrarios y sociales por la posesión de la tierra. La lucha por Los Chimalapas no solo implica el respeto a los derechos de los pueblos originarios, sino también la protección de un territorio estratégico para la conservación ambiental.

Ante este panorama, las comunidades zoques y sus aliados hacen un llamado a las autoridades federales para que tomen cartas en el asunto, priorizando la justicia histórica y la paz en esta emblemática región de Oaxaca. La defensa de Los Chimalapas continúa como un símbolo de resistencia ante la despojo y explotación indebida de los recursos naturales.