Chihuahua en Crisis: Solo un 35% de Riego Garantizado para Cultivos en 2024 por Grave Escasez de Agua
La preocupación por la escasez de agua en el estado de Chihuahua se ha convertido en un tema central en la agenda gubernamental. La falta de lluvias este año y la persistente sequía han llevado a que el agua almacenada en las presas de la región solo pueda garantizar el riego para un 35 por ciento de la tierra cultivable en 2024, según informaron las autoridades en una reunión del Comité Hidráulico encargado de supervisar estas instalaciones.
El ciclo agrícola de este año ya ha llegado a su fin, y las principales presas del estado de Chihuahua, como la Boquilla y la Francisco I. Madero, se encuentran en una situación crítica, con solo un tercio de su capacidad disponible, debido a la falta de lluvias y las altas temperaturas.
Según un informe presentado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la presa más grande del estado, la Boquilla, se encuentra actualmente al 38.5 por ciento de su capacidad, con un almacenamiento de 1114.693 millones de metros cúbicos y un gasto de extracción de 38 metros cúbicos por segundo. En comparación, en 2022, esta presa atendía a los distritos de riego con un 77 por ciento de su capacidad y un almacenamiento de 2238.785 millones de metros cúbicos, es decir, el doble de lo que contiene en la actualidad.
La presa Francisco I. Madero, también conocida como Las Vírgenes, ha registrado una situación similar, cerrando el ciclo con tan solo un 32.4 por ciento de su capacidad y almacenando 114.952 millones de metros cúbicos, con un gasto de extracción de 20 metros cúbicos por segundo. En contraste, el año anterior, esta presa tenía un volumen casi tres veces mayor, alcanzando los 325.399 millones de metros cúbicos y encontrándose al 92 por ciento de su capacidad.
El informe de Conagua subraya que, a pesar de la apariencia de volumen en estas presas, no se puede disponer de la totalidad del agua para el riego agrícola, ya que se deben descontar las pérdidas causadas por la evaporación y la filtración. Además, en caso de enfrentar una sequía extrema, se debe garantizar la disponibilidad de al menos 430 millones de metros cúbicos entre ambas presas para no perjudicar el ecosistema acuático. Esto plantea un escenario restrictivo para el próximo ciclo agrícola.
Con el fin de abordar esta situación crítica, la Conagua implementó un programa de bombardeo de nubes hace dos meses, diseñado para estimular la lluvia y aumentar la disponibilidad de agua. Sin embargo, este programa enfrentó oposición por parte de la actual gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván.
Hace quince días, la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR), en colaboración con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), reiniciaron el Programa de Estimulación de Lluvias con el objetivo de abordar la problemática de la sequía que afecta al estado de Chihuahua. Las actividades comenzaron con vuelos previos a bordo de una aeronave modelo King Air B200, los cuales permitieron llevar a cabo pruebas de precipitaciones en varios municipios, incluyendo Balleza, El Tule, Rosario, Nonoava y Guachochi, entre otros.
Este Programa de Estimulación de Lluvias se basa en la liberación de moléculas de yoduro de plata en las nubes con el fin de estimular la precipitación de manera natural y amigable con el ambiente. El objetivo principal es recuperar la humedad del suelo para facilitar la rehabilitación de los agostaderos, aumentar la captación de agua en los cultivos de temporal y mejorar los escurrimientos hacia las presas de la entidad, en beneficio de un mayor número de productores agrícolas.
La SDR y la Sader están trabajando en conjunto para identificar las mejores condiciones en distintas zonas de la entidad, con un enfoque especial en la cuenca del río Conchos, entre otras áreas, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan. Esta colaboración busca mitigar los efectos de la sequía y garantizar un suministro de agua adecuado para la agricultura y otros usos esenciales.
La situación actual en Chihuahua refleja la urgencia de abordar de manera efectiva los desafíos relacionados con el agua y la sequía en la región. Las acciones gubernamentales, como el Programa de Estimulación de Lluvias, son un paso importante en la dirección correcta para garantizar la sostenibilidad de la agricultura y la preservación de los recursos hídricos en el estado. Sin embargo, se requiere un esfuerzo continuo y coordinado para enfrentar esta crisis y asegurar un futuro más próspero para los agricultores y la comunidad en general en Chihuahua.