Chiapas honra al Papa Francisco: Pastor de los humildes y constructor de paz
San Cristóbal de Las Casas, Chis.— En un emotivo mensaje desde la catedral de San Cristóbal, el obispo Rodrigo Aguilar Martínez reconoció la huella profunda que deja el papa Francisco en la vida de los pueblos originarios y en el caminar de la iglesia autóctona de Chiapas. “Muere para esta vida terrena, pero su testimonio está muy vivo y hay mucho para aprender de él”, expresó el prelado tras oficiar la misa vespertina de este lunes.

Desde que asumió el pontificado en 2013, el papa Francisco encontró eco y fraternidad en las comunidades indígenas de Chiapas, donde, desde los tiempos del obispo Samuel Ruiz García, mejor conocido como jTatic, se practica una iglesia profundamente enraizada en la cultura y espiritualidad de los pueblos originarios. Aguilar Martínez subrayó que Francisco valoraba profundamente esta expresión del Evangelio y, durante sus visitas ad limina, siempre mostraba especial interés por el papel de los indígenas y de los diáconos permanentes en la vida eclesial.
Uno de los gestos más memorables del pontífice fue el perdón que, a nombre de la Iglesia, ofreció a los pueblos indígenas. “Es muy importante; es rescatar su valor, y tenía en el corazón a Chiapas y en concreto a San Cristóbal de Las Casas”, señaló el obispo.
Además de su cercanía con los pueblos originarios, el papa Francisco demostró un compromiso firme con los migrantes. Chiapas, como puerta sur de México, ha sido testigo de su sensibilidad hacia quienes cruzan el país en busca de un mejor futuro. “Nos inculcó la misericordia, la esperanza y la paz”, recordó Aguilar Martínez. Incluso, añadió, el domingo anterior a su fallecimiento sostuvo un encuentro con el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, para tratar el tema migratorio, demostrando una vez más su preocupación por los más vulnerables.
El obispo, también administrador apostólico de la arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, evocó con emoción su relación cercana con el pontífice argentino, a quien conoció antes de que ascendiera al papado. “Era demasiado sencillo, sin perder la ubicación doctrinal, pero muy hábil para aplicarla de acuerdo con las realidades concretas”, resaltó.
Durante sus doce años al frente de la Iglesia Católica, Francisco se distinguió como un ferviente promotor del diálogo ecuménico e interreligioso. Hasta el final, su mensaje fue claro: construir la paz desde abajo, con acciones cotidianas. “Si queremos recordar al papa Francisco, tenemos que construir la paz… nosotros lo tenemos que hacer”, exhortó Aguilar Martínez, haciendo eco de la enseñanza del pastor del pueblo.
El legado de Francisco resuena fuerte en Chiapas, donde la memoria colectiva de sus gestos de humildad, su palabra de consuelo y su defensa de los últimos permanece viva, iluminando el camino hacia una sociedad más justa, solidaria y fraterna.