Canadá exige protección a mineros mexicanos de Zacatecas

Organizaciones sindicales de Canadá han urgido a los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá, miembros del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), a actuar de manera inmediata para garantizar la seguridad, la libertad sindical y la protección de los derechos de los trabajadores del yacimiento minero Camino Rojo, en Mazapil, Zacatecas. Los trabajadores de la sección 335 del Sindicato Nacional Minero han sido objeto de amenazas y represalias por sus esfuerzos de organizarse de manera independiente, según denuncian estas organizaciones.

En un documento dirigido a los secretarios del Trabajo de las tres naciones, el Congreso Laboral Canadiense, el Sindicato Canadiense de Empleados Públicos y United Steelworkers, junto con otras agrupaciones sindicales, expresaron su profunda preocupación por el contexto de violencia y acoso al que se enfrentan los mineros de Camino Rojo. Uno de estos trabajadores, Jaime Pulido, fue víctima de un aparente atentado, del cual salió ileso, presuntamente por su lucha para unirse a un sindicato democrático e independiente, en oposición a un gremio patronal respaldado por la compañía minera.

La mina Camino Rojo, propiedad de la empresa canadiense Orla Mining, está bajo investigación en el marco del T-MEC mediante el mecanismo laboral de respuesta rápida, que fue activado ante denuncias de intromisión en los asuntos sindicales internos de los trabajadores. Este mecanismo, diseñado para proteger los derechos laborales en la región de Norteamérica, permite a cualquier país miembro del T-MEC solicitar revisiones rápidas cuando existen indicios de violaciones a los derechos sindicales.

Las organizaciones sindicales canadienses enfatizaron la importancia de que los trabajadores de México, Canadá y Estados Unidos puedan ejercer su derecho a elegir el sindicato que mejor los represente, sin temor a represalias o violencia. Para los líderes sindicales canadienses, es crucial garantizar la integridad física de los trabajadores y permitirles decidir libremente su afiliación, en este caso al sindicato encabezado por el diputado federal Napoleón Gómez Urrutia, quien ha sido un importante defensor de la autonomía sindical y la democracia laboral.

Hace una semana, los mineros de la sección 335 solicitaron reunirse con el embajador de Canadá en México, Graeme C. Clark, en la embajada canadiense para discutir las amenazas y pedir su apoyo en la exigencia a los accionistas de Orla Mining para que no intervengan en los asuntos sindicales y retiren su respaldo al sindicato de la Federación Nacional de Sindicatos Independientes, el cual los trabajadores consideran un sindicato patronal.

La queja presentada, identificada como la número 27 en el marco del T-MEC, fue interpuesta por el Sindicato Nacional Minero el pasado 24 de junio y acusa a Orla Mining de promover activamente la afiliación de los trabajadores a un sindicato que, según los mineros, responde a intereses de la empresa y no a los de los trabajadores.

Las denuncias y la petición de apoyo sindical han subido de tono en la última semana, con llamados a una respuesta urgente de las autoridades canadienses y mexicanas. El tema es de suma relevancia, ya que aborda directamente el cumplimiento de los compromisos laborales del T-MEC, que busca promover condiciones de trabajo dignas y libres de coerción en los tres países firmantes.