Caída del 1.2% en la Manufactura: Desafíos para la Economía Mexicana

En un informe publicado este jueves, BBVA México reveló que el sector manufacturero ha experimentado una caída del 1.2 por ciento durante el mes de julio en comparación con el mismo período del año anterior. Esta preocupante tendencia marca el segundo mes consecutivo en el que la industria manufacturera enfrenta un descenso en su producción, resaltando la vulnerabilidad de este sector clave de la economía.

De acuerdo con el indicador multidimensional de manufactura del banco, la desaceleración no se detiene. En este sentido, el sector manufacturero ha registrado un crecimiento promedio del 1.3 por ciento durante los primeros siete meses del presente año. No obstante, esta cifra representa una disminución de 2.9 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo del año anterior, lo que pone en evidencia un cambio significativo en la dinámica industrial.

BBVA señala que la contracción manufacturera en julio confirma una tendencia preocupante para la producción en México. Esta caída se atribuye principalmente a la debilidad de la demanda de bienes duraderos en Estados Unidos, uno de los principales socios comerciales de México. Datos provenientes de Estados Unidos revelan que las ventas al por menor de automóviles en ese país experimentaron una disminución del 0.5 por ciento en julio en comparación con el mismo mes del año anterior. Además, las compras de muebles y aparatos eléctricos también se contrajeron en un 1.7 por ciento en el mismo periodo.

El panorama se oscurece aún más cuando se examina el indicador de volumen esperado de producción del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que constituye uno de los componentes fundamentales del índice de pedidos manufactureros. Este indicador registró su nivel más bajo en julio desde que comenzara la pandemia en mayo de 2020. Este dato alarmante sugiere que las perspectivas de producción en el sector manufacturero no son optimistas.

“Anticipamos que la ralentización de la demanda de bienes duraderos en Estados Unidos se observará con mayor profundidad en los siguientes meses, en un entorno de apretamiento de las condiciones de financiamiento para los hogares en ese país, y gradual enfriamiento de su mercado laboral”, advierte BBVA en su informe. Este escenario se ve agravado por el pronóstico de altas tasas de interés y mayores restricciones crediticias en Estados Unidos, lo que afectaría aún más la capacidad de consumo y la demanda externa.

El análisis de BBVA también destaca los sectores específicos dentro de la actividad manufacturera que han experimentado mayores dificultades. Durante junio, los sectores con mayor participación en la producción que mostraron la mayor debilidad fueron la industria química y el segmento automotriz, registrando caídas del 3.6 y 2 por ciento respectivamente en comparación con el mes anterior.

No obstante, algunos segmentos han logrado mantener su crecimiento incluso en medio de esta situación económica incierta. Entre los que destacan están la fabricación de productos derivados del petróleo y la fabricación de equipo de cómputo y comunicaciones. Estos dos sectores han logrado superar sus niveles de capacidad utilizada en un 50.1 y 14.3 por ciento respectivamente, en comparación con el periodo previo a la pandemia, consolidándose como líderes en la recuperación de la producción tras el impacto inicial de la crisis sanitaria.

En cuanto a las perspectivas futuras, BBVA proyecta que la actividad manufacturera seguirá mostrando debilidad en los próximos meses, a medida que se espera una disminución de la demanda externa y un entorno caracterizado por tasas de interés elevadas y restricciones crediticias. Sin embargo, el banco resalta que esta caída podría ser contrarrestada por el dinamismo en otros sectores de la economía, particularmente en el sector terciario, gracias a la resistencia del consumo interno.

A largo plazo, BBVA considera que la producción industrial podría recibir un impulso mediante una política de promoción de la inversión privada, tanto a nivel nacional como extranjero. Esto podría generar un proceso de relocalización de empresas que potencie el sector manufacturero, permitiendo una recuperación gradual y sostenible en el futuro.

En conclusión, el sector manufacturero de México enfrenta un desafiante panorama marcado por una caída del 1.2 por ciento en julio, según las estimaciones de BBVA. La debilidad de la demanda de bienes duraderos en Estados Unidos y las restricciones financieras están impactando negativamente en la producción. Aunque algunos segmentos han logrado mantener su crecimiento, el pronóstico a corto plazo es de continuidad en la debilidad manufacturera. No obstante, se espera que la recuperación pueda ser impulsada por la inversión privada y el consumo interno en el mediano y largo plazo.