Bomberos de Nuevo León Enfrentan Retos Financieros Frente a Aumento de Incendios

Monterrey, NL. — Los bomberos de Nuevo León atendieron un total de 6,493 incendios durante el año 2023, enfrentando grandes desafíos especialmente en plantas fabriles y bodegas, según informó David Budnik Pérez, el presidente saliente del Patronato de Bomberos de Nuevo León. Estos siniestros, que incluyen 342 incendios industriales, representan una demanda significativa de recursos materiales y humanos, además de implicar los mayores costos para la institución.

En un evento reciente, Budnik Pérez reveló que, pese a los ingresos de 116.9 millones de pesos obtenidos en 2023 de fuentes públicas, privadas e ingresos propios, los egresos alcanzaron los 97.8 millones de pesos. Este balance financiero subraya los desafíos económicos a los que se enfrenta la institución, especialmente dado que los municipios aportan menos del uno por ciento de su presupuesto anual para apoyar la labor de los bomberos.

“Es profundamente irónico que el principal reto de la institución sea el de hacerse de recursos, y no proteger y salvar a los ciudadanos y a su personal por medio de mejorar su desempeño, crecer su infraestructura y mejorar sus resultados”, indicó Budnik Pérez. Este comentario resalta la necesidad urgente de más apoyo financiero y estructural para los bomberos, quienes desempeñan un papel vital en la seguridad de la comunidad.

Durante el 2023, además de los incendios industriales, se registraron dos mil 473 incendios en terrenos baldíos, mil 155 en casas habitación, 581 en vehículos y otros 297 reportes de siniestros variados. Monterrey fue el municipio con más incidentes, con un total de dos mil 628 siniestros, seguido por Apodaca con mil 80 y Escobedo con mil 43.

La presentación del informe coincidió con la introducción de la nueva mesa directiva del Patronato, liderada por Alfonso Barragán Treviño. El nuevo presidente descartó el cierre de más estaciones de bomberos y mencionó la posibilidad de reabrir la estación de Salinas Victoria, cerrada desde noviembre de 2020 debido a la pandemia y la falta de fondos.

Este cambio de liderazgo y el desafío financiero resaltado ponen de manifiesto la necesidad crítica de reevaluar y fortalecer el apoyo a los servicios de emergencia en Nuevo León, asegurando que puedan continuar su indispensable labor de protección y respuesta ante emergencias en la región.