Aves a salvo pese a inundación: Proyecto Santa María resiste embate climático en Yucatán
Mérida, Yuc. A pesar de las intensas lluvias que afectaron a gran parte del estado de Yucatán y que provocaron la inundación del refugio de loros del Proyecto Santa María, ubicado en esta capital, las más de 150 aves resguardadas en esta Unidad de Manejo Ambiental (UMA) se encuentran en buen estado de salud, informó el director de la asociación civil, Pierre Medina Arjona.

“Todo el terreno está inundado, el agua subió aproximadamente 50 centímetros, parece una zona de desastre”, relató el ambientalista. No obstante, celebró que las voladeras —jaulas especialmente diseñadas con vallas metálicas— fueron construidas a una altura suficiente que ha permitido mantener a salvo a las especies, tanto nativas como foráneas, que se albergan en este espacio de conservación.
La crisis por las lluvias ha afectado principalmente a los cuidadores del refugio, quienes deben recorrer las instalaciones a pie entre el agua para alimentar, vigilar y brindar atención a las aves, sin que ello haya detenido sus labores. “Las aves están bien, y ese es el mayor alivio. Los módulos altos que construimos ahora demuestran su eficacia. Nos tomó años de trabajo, pero valió la pena”, comentó Medina Arjona.
El Proyecto Santa María es reconocido como una de las principales iniciativas ciudadanas en el sureste mexicano para la conservación y protección de pericos, loros y guacamayas. Estas especies, muchas en proceso de rehabilitación, están destinadas a ser reincorporadas a su hábitat natural mediante programas científicos de liberación controlada.
Además de sus labores de refugio y cuidado, esta asociación civil lleva a cabo iniciativas de ciencia ciudadana de gran impacto. Entre ellas destaca el programa Monitoreo de Loros Urbanos en Mérida, realizado entre noviembre de 2024 y abril de 2025, en el cual participaron 183 voluntarios, quienes junto con los especialistas del proyecto, realizaron un total de 1,597 avistamientos de siete especies de loros en zonas urbanas de la ciudad.
De estas siete especies, tres son propias de la región, tres más se encuentran distribuidas en el sur de la península y una es considerada invasora. El trabajo, sin precedentes en el país, busca no sólo generar conocimiento científico, sino también fomentar la protección de estas aves, muchas de las cuales se encuentran en riesgo o incluso en peligro de extinción debido a la caza furtiva y al tráfico ilegal.
Los resultados preliminares del estudio fueron presentados en junio pasado en Mérida, generando un impacto positivo en la conciencia pública y posicionando al Proyecto Santa María como un referente nacional en conservación participativa.
A pesar de la emergencia climática, la comunidad del Proyecto Santa María demuestra que la organización ciudadana, el conocimiento científico y el compromiso ambiental son claves para la defensa del patrimonio natural de México.