Avances significativos en la protección contra el acoso escolar en México
En un esfuerzo por combatir el creciente problema del acoso escolar, la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) ha hecho un llamado urgente a las entidades estatales encargadas de proteger los derechos de la infancia y la adolescencia para redoblar esfuerzos y fortalecer la actividad interinstitucional en la prevención y atención oportuna de este fenómeno.
El acoso escolar, también conocido como bullying, se caracteriza por actos discriminatorios basados en diversas condiciones de vida, como discapacidad, género, color de piel, orientación sexual y situación socioeconómica. Estos actos no solo afectan gravemente la integridad física y psicológica de las víctimas, sino que en casos extremos, incluso ponen en peligro sus vidas.
La Secretaría Ejecutiva del Sipinna ha detallado que los acosadores pueden ser compañeros de escuela, familiares, autoridades educativas o docentes, quienes incurren en comportamientos abusivos como agresiones físicas o psicológicas, intimidación, amenazas y burlas que hieren, humillan y avergüenzan a sus víctimas.
“El acoso escolar puede manifestarse de diversas formas, desde agresiones verbales directas con palabras inapropiadas, hasta acciones indirectas como la difusión de rumores o imágenes desagradables, gestos ofensivos, daño o robo de pertenencias de la víctima. Incluso puede llegar a agresiones físicas, como golpes, patadas, empujones, pellizcos, escupitajos y tropiezos. Además, también existen actitudes omisas o pasivas por parte de aquellos que deberían detectar y prevenir estas conductas”, señaló la Secretaría.
Además del acoso escolar presencial, también se ha alertado sobre el ciberacoso, una forma de acoso que se lleva a cabo a través de medios tecnológicos como teléfonos inteligentes, redes sociales e internet. Estas plataformas amplifican las agresiones y permiten que se propaguen de manera más rápida y virulenta.
“El acoso escolar discrimina, margina y estigmatiza a niñas, niños y adolescentes que lo sufren”, enfatizó la Secretaría Ejecutiva del Sipinna. En este sentido, la institución condena enérgicamente esta forma de violencia y hace un llamado a la sociedad en su conjunto a tomar medidas para erradicarla.
Se hace hincapié en la importancia de que los adultos estén atentos a posibles señales de peligro que puedan indicar que un niño o adolescente está siendo víctima de acoso escolar. Estas señales incluyen el aislamiento, la pérdida de apetito, cambios bruscos de ánimo o de hábitos, ansiedad, depresión y estrés. Es fundamental fomentar una cultura de denuncia, en la que los jóvenes se sientan seguros y respaldados al reportar cualquier situación de acoso que estén experimentando.
La Secretaría Ejecutiva del Sipinna insiste en que el acoso escolar es un problema detectable y debe ser abordado de manera oportuna. Es fundamental que las entidades estatales involucradas en la protección de los derechos de la infancia y la adolescencia refuercen sus estrategias de prevención y atención para evitar daños irreparables en aquellos que son víctimas de este fenómeno.
En resumen, el acoso escolar es un problema grave que afecta la vida de muchos niños y adolescentes en nuestro país. La Secretaría Ejecutiva del Sipinna hace un llamado a las entidades estatales a redoblar esfuerzos y fortalecer la prevención y atención del acoso escolar. Es responsabilidad de todos promover una cultura de respeto y convivencia pacífica en las escuelas, donde ningún niño o adolescente sea víctima de discriminación, humillación o maltrato. La atención oportuna y el apoyo a las víctimas son fundamentales para evitar consecuencias devastadoras en su desarrollo físico, emocional y académico.