Aumento Significativo en la Superficie Afectada por Incendios Forestales en México
Ciudad de México — En un reporte reciente emitido por la Comisión Nacional Forestal (Conafor), se ha registrado un alarmante aumento en la superficie afectada por incendios forestales a nivel nacional, alcanzando hasta la fecha un total de 113,790 hectáreas, lo que representa un incremento de 12,000 hectáreas en comparación con el día anterior. Actualmente, el país enfrenta 205 siniestros activos distribuidos en 24 entidades.
Los estados más afectados por el número de incendios son Guerrero y Chiapas, con 30 siniestros cada uno, seguidos de cerca por Oaxaca con 22, Michoacán con 15, Jalisco con 14, Chihuahua con 13 y Quintana Roo con 12. Guerrero no solo lidera en número de incendios, sino también en superficie dañada, reportando 48,889 hectáreas afectadas, destacando los incendios en el municipio de Ajuchitán del Progreso y en Coyuca de Catalán, con significativas áreas consumidas por el fuego.
Además, estos desastres naturales han impactado gravemente a 42 áreas naturales protegidas en el país, incluyendo lugares tan importantes como la Sierra Tecuani en Guerrero, el Corredor Biológico Chichinautzin en Morelos, la Selva el Ocote en Chiapas y la Reserva de la Biosfera Ría Celestun. Estos daños a zonas protegidas son especialmente preocupantes, dado su valor ecológico y biológico para el país.
La situación también ha afectado la infraestructura y la logística en varios estados. Por ejemplo, en el Estado de México, un incendio en Tejupilco, específicamente en el Cerro de Cacalotepec y Almoloya de las Granadas, ha causado problemas tanto para el tráfico aéreo como terrestre. Asimismo, en Puebla, específicamente en Zacatlán, se han reportado personal lesionado debido a la intensidad y la peligrosidad de las llamas.
El gobierno mexicano, a través de la Conafor y otras instituciones estatales y federales, está implementando medidas para combatir y controlar estos incendios, reforzando la importancia de la colaboración interinstitucional y la respuesta rápida para minimizar los efectos devastadores de estos desastres en la flora, fauna y comunidades afectadas. La situación es crítica, pero las autoridades se mantienen alerta y activas en las labores de contención y prevención para proteger nuestro patrimonio natural.