Aumentan las importaciones de maíz amarillo en México mientras disminuyen las adquisiciones de maíz blanco

Las importaciones de maíz amarillo aumentan en México debido a mejores facilidades comerciales, mientras que las adquisiciones de maíz blanco disminuyen ligeramente. En el primer trimestre de este año, México importó un millón 15 mil toneladas de maíz amarillo, un incremento del 25.5% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Por otro lado, las importaciones de maíz blanco para consumo humano fueron de 193 mil toneladas, 46 mil toneladas menos que el año anterior, según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (Siap).

Debido a que Estados Unidos produce maíz genéticamente modificado para consumo humano, México ha buscado abastecerse de Sudáfrica desde octubre de 2022. Durante marzo pasado, las importaciones de maíz blanco de Sudáfrica aumentaron en un 91.3% en comparación con febrero, ya que el país cuenta con excedentes mínimos de cosecha a principios de año.

En cuanto a la producción de maíz blanco en México, se espera que el ciclo otoño-invierno en Sinaloa, Veracruz y Chiapas alcance 7.7 millones de toneladas, un aumento del 11.4% en comparación con el ciclo anterior. Estos estados representan el 70% de todas las siembras de maíz blanco en el país, según el Siap.

A nivel mundial, se proyecta una disminución del 6% en la producción de maíz grano para el ciclo 2022/23, con una producción estimada de mil 144.5 millones de toneladas, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). Esta reducción se debe principalmente a las cosechas más bajas en Ucrania, donde se prevé una disminución del 36% en comparación con el ciclo anterior.

En cuanto a las expectativas de producción de maíz amarillo en México, se estima una disminución del 9.9% en comparación con el ciclo anterior, con una producción proyectada de 320,700 toneladas.

En relación a la diversidad de maíces en el país, el titular de la Sader, Víctor Villalobos, expresó su preocupación y la necesidad de una política que diferencie los precios por calidad y conservación, para garantizar la preservación de las variedades nativas frente a las mejoradas.