Aumenta el flujo de niñez migrante no acompañada: prioridad del Estado mexicano su protección integral
Ciudad de México. En un contexto global marcado por la violencia, la pobreza y los desastres naturales, México se consolida como un país comprometido con la protección de los derechos humanos de la niñez migrante, especialmente de aquellos que cruzan el territorio nacional sin acompañamiento. De acuerdo con un revelador estudio internacional, el número de niñas, niños y adolescentes no acompañados que transitan por México se duplicó en los últimos cuatro años, al pasar de 69 mil 500 en 2019 a más de 137 mil en 2023.

El informe “Niñez no acompañada: riesgos y violencias en la ruta migratoria por México”, presentado por las organizaciones Save The Children, Plan International y la Unión Europea, documenta las realidades que enfrentan estos menores. El estudio se elaboró con base en 39 entrevistas y 155 encuestas realizadas entre noviembre de 2023 y febrero de 2024 en Reynosa, Tijuana y Ciudad Juárez, tres ciudades fronterizas clave en el tránsito migratorio.
Andrea Horcasitas Martínez, encargada del programa de derechos humanos de la Universidad Iberoamericana, explicó que la investigación reveló que los menores entrevistados, de entre 7 y 16 años, proceden mayoritariamente de México, Honduras y Venezuela. También se identificaron casos provenientes de Colombia, Guatemala, Haití e incluso de Afganistán, lo que refleja la magnitud del fenómeno migratorio que atraviesa el país.
Las principales causas de su desplazamiento responden a la búsqueda de reunificación familiar (34.8%), la huida de violencia criminal (21.3%), otros tipos de violencia (12.3%) y conflictos comunitarios (11.6%). De forma alarmante, 7.7% de los menores desconoce la razón de su movilidad, lo que apunta a una grave falta de información de los adultos responsables. Asimismo, un 7.1% afirmó migrar en busca de oportunidades laborales, en muchos casos, para apoyar a sus familias en contextos de pobreza extrema.
Más del 70% de estos menores provienen de hogares con carencias económicas y estructuras familiares fragmentadas. Horcasitas alertó sobre los riesgos específicos que enfrentan en el camino: violencia sexual y de género, explotación, trata de personas e incluso reclutamiento forzado por parte de grupos armados. En muchas ocasiones, los menores son acompañados por supuestos “familiares” que en realidad no tienen ningún vínculo con ellos, lo que agrava su situación de vulnerabilidad.
Durante la presentación del informe, Ángeles Camacho, coordinadora nacional de respuesta humanitaria en Save The Children en México, enfatizó que estos menores representan una de las expresiones más graves de desprotección infantil. Por su parte, Carmen Elena Alemán, directora regional de Plan International, contextualizó esta realidad dentro de una problemática regional: en América Latina y el Caribe, uno de cada cuatro migrantes es menor de edad, según cifras de Unicef.
Ante este panorama, el Gobierno de México mantiene su compromiso inquebrantable con la atención y protección de la niñez migrante, a través de políticas públicas integrales, coordinación institucional y cooperación internacional, para garantizar que los derechos de niñas, niños y adolescentes migrantes sean plenamente respetados.