Arqueólogos del INAH descubren entierros humanos en templo-pirámide maya en la Zona Arqueológica de Moral-Reforma
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha descubierto una veintena de entierros humanos consagrados a un templo-pirámide en la Zona Arqueológica de Moral-Reforma, lo que sugiere que esta construcción estuvo vinculada con la muerte o con una deidad del inframundo maya. Algunos de los cráneos presentan señales de decapitación, lo que apoya la hipótesis de una conexión con la muerte o una deidad del inframundo. Estos enterramientos se encontraron en dos contextos funerarios de distinta temporalidad durante las acciones del proyecto Arqueológico Moral-Reforma, que forma parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) liderado por la Secretaría de Cultura federal.
Los enterramientos se encontraron en el templo-pirámide Estructura 18, que consiste en un basamento de cuerpos escalonados coronado por un edificio con una crujía y una escalinata adosada en la fachada sur. Los dos agrupamientos de entierros se registraron a 12 metros al sur de dicha escalinata y corresponden a los dos momentos de construcción de la edificación. Se cree que el primer grupo corresponde al periodo Clásico Tardío (600-900 d.C.) cuando Moral-Reforma se consolidó como enclave en el control de la navegación, intercambio cultural y de mercancías entre los pueblos mayas del Petén guatemalteco y los asentados en la costa del Golfo de México. Por otro lado, el segundo grupo de enterramientos registrado debajo del primero podría tener dos milenios de antigüedad, vinculándolo al Preclásico Tardío (300 a.C.-250 d.C.).
Los cráneos recuperados en ambos conjuntos mortuorios son en su mayoría de adultos jóvenes masculinos con deformación tabular oblicua, rasgo físico que se obtenía de manera intencional, mediante el entablillado de la cabeza a temprana edad, elevando el estatus de los individuos en la sociedad maya precolombina. Se han contabilizado ocho individuos del Clásico Tardío que debieron ser decapitados y partes de sus cuerpos desmembradas y colocadas separadas, para consagrar el templo. Mientras que los siete entierros individuales y múltiples del grupo del Preclásico Tardío corresponden a las osamentas de al menos 12 individuos. Algunos fueron dispuestos en posición sedente y lateral derecha al momento de morir, y otros fueron llevados al lugar después de una primera inhumación, por lo que varios esqueletos no presentaban relación anatómica.
El coordinador del proyecto explica que en la presente temporada de investigación en Moral-Reforma, se han terminado los trabajos de excavación y consolidación de los edificios 18 y 18SE, y ahora se excava el Edificio 6. Paralelamente, continúa el análisis de los materiales arqueológicos, incluidos los restos óseos recuperados, por lo cual la información aún es preliminar.