Arizmendi respalda a Sheinbaum y llama a enfrentar con firmeza y diálogo a Trump
San Cristóbal de las Casas, Chis.— En un posicionamiento firme y reflexivo, el cardenal Felipe Arizmendi Esquivel expresó su respaldo a la presidenta Claudia Sheinbaum ante las recientes tensiones con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y llamó a no ceder ante los abusos del magnate. “Trump no es Dios ni el dueño del mundo, no puede seguir haciendo todo lo que quiere como si pudiera decidir y determinar todo”, sentenció el cardenal, en el marco de su visita a Chiapas por el 50 aniversario sacerdotal del obispo Rodrigo Aguilar Martínez.

Arizmendi reconoció la actitud del Gobierno de México, encabezado por la doctora Claudia Sheinbaum, de mantener una postura de diálogo y exigencia frente al mandatario estadounidense, a quien calificó de “demasiado agresivo”. En sus declaraciones, el también obispo emérito de San Cristóbal recordó que el presidente del país vecino debe sujetarse a sus propias leyes e instituciones: “No es cuestión de antojos. Hay normas ratificadas por sus Congresos que debe cumplir”.
En relación con la imposición de aranceles al jitomate mexicano, el cardenal subrayó el impacto que esto tendrá en los productores locales, particularmente en comunidades del Estado de México, de donde él es originario. Ante ello, instó al Gobierno a reforzar el mercado interno y explorar nuevos destinos de exportación como China, para proteger a los campesinos y pequeños productores afectados.
“El Gobierno tiene que defender al pueblo y buscar alternativas. Los más pobres están sufriendo por los aranceles, las deportaciones y las extorsiones. Si de verdad queremos cumplir con el principio de primero los pobres, como dice la presidenta Sheinbaum retomando la visión del presidente López Obrador, hay que seguir actuando con decisión”, enfatizó.
Arizmendi también se refirió a la violencia que enfrentan las comunidades en el Estado de México, señalando que los bloqueos de taxistas y otras acciones no obedecen al respaldo a grupos armados, sino al temor y amenazas que viven día a día. “No hay una base social que apoye a los criminales; lo hacen por miedo”, afirmó.
En otro tema, el cardenal insistió en que debe esclarecerse el caso del exsecretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández y del exsecretario de Seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena. Dijo que es necesario investigar con profundidad y sin sesgos, porque de confirmarse responsabilidades “se derrumba una figura que para algunos era muy importante”.
“Hay que poner la verdad por delante. Todos deben ser humildes. Corrupción ha habido en todas partes: en la Iglesia, en los gobiernos, en todos los sexenios. No se vale decir que los anteriores eran lo peor y los de ahora son lo mejor. La corrupción no tiene colores ni tiempos. Jesús escogió a 12, y uno fue Judas”, recalcó.
Durante la celebración eucarística realizada en la catedral de San Cristóbal, Arizmendi expresó su profundo aprecio por el obispo Rodrigo Aguilar, a quien él mismo propuso para encabezar la diócesis en 2018. “Estoy muy agradecido porque ha continuado la labor pastoral de Don Samuel Ruiz y de sus antecesores. Por eso vine, a mostrarle mi gratitud y mi apoyo.”
Con esta postura crítica pero propositiva, el cardenal Arizmendi reafirma la necesidad de unidad nacional y de actuar con dignidad y serenidad ante los retos que enfrenta México en el ámbito internacional y en la vida interna del país.