AMLO y Sheinbaum: Unidad en la Continuidad durante la Inauguración del Acueducto Armería-Manzanillo
En un evento que marcó el inicio de una nueva era en la política mexicana, el presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum realizaron su primera gira conjunta, inaugurando el acueducto Armería-Manzanillo en Colima. Esta obra estratégica garantizará el suministro de agua al principal puerto del país, reforzando el compromiso de la Cuarta Transformación con el desarrollo y bienestar de la nación.
Durante la ceremonia, Sheinbaum reafirmó su lealtad al proyecto de López Obrador, dejando claro que no habrá distanciamiento alguno entre ellos, a pesar de las presiones de sus adversarios. “Siempre ha sido, es y será un honor estar con Obrador”, declaró con firmeza, desatando una oleada de apoyo entre los presentes, quienes corearon en unísono el eslogan que ha acompañado al presidente durante su mandato.
López Obrador, por su parte, expresó su satisfacción y confianza en que Sheinbaum continuará con su legado, asegurando la permanencia de los programas sociales que han sido inscritos en la Constitución. Reconoció los valores, compromiso y buenos sentimientos de Sheinbaum, los cuales, según él, garantizarán la continuidad de la transformación que su gobierno ha iniciado.
El evento también estuvo cargado de nostalgia, tal como lo expresó la gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno, al referirse a la ceremonia como un hito que marca el inicio de la cuenta regresiva para el final del sexenio. “Es un ciclo que estamos creando. Es un momento de nostalgia por razones evidentes”, señaló Vizcaíno, subrayando la importancia histórica de este acto.
Sheinbaum, en su discurso, no escatimó en elogios hacia el presidente, a quien calificó como “el mejor presidente de México”. Resaltó que no ha habido ningún mandatario en la historia reciente que haya salido del cargo con tal nivel de popularidad y afecto del pueblo como López Obrador. Además, reafirmó su compromiso con los principios del “humanismo mexicano”, destacando la importancia de gobernar para el bienestar de todos, especialmente de los más necesitados. “Por el bien de todos, primero los pobres”, recalcó, recordando que este enfoque no solo es humanista, sino también efectivo para lograr una economía creciente y equitativa.
López Obrador, en un tono de despedida, aunque con la usual chispa que lo caracteriza, mencionó que estaría listo para entregar la banda presidencial a Sheinbaum, pero que aún quedaban algunos días para cerrar su administración. En su intervención, alardeó de ser el único presidente en décadas que ha logrado reducir la pobreza en México, una hazaña que, según él, solo es posible gracias a la política social que ha implementado y que Sheinbaum se ha comprometido a continuar.
Este evento no solo simboliza la transición pacífica y ordenada del poder, sino también la consolidación de un proyecto que, según sus protagonistas, busca transformar de manera irreversible la vida de millones de mexicanos. La inauguración del acueducto Armería-Manzanillo se convierte así en un hito que no solo abastecerá de agua a uno de los puertos más importantes del país, sino que también representa el fluir constante de los ideales y principios que han caracterizado a la administración de López Obrador y que Sheinbaum ha prometido mantener vivos.