AMLO Protege Lugares Sagrados de Indígenas: Un Paso Histórico hacia la Justicia Cultural

En una jornada cargada de simbolismo y reivindicación, cientos de personas se unieron en la Ciudad de México bajo el lema “Contra el racismo y la discriminación”, en conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Entre las actividades destacadas se llevó a cabo la tradicional Megacalenda, una colorida manifestación que recorrió las principales calles de la capital mexicana, desde el icónico Ángel de la Independencia hasta el majestuoso Zócalo. Diversas agrupaciones y organizaciones, junto a comunidades triquis, mazahuas y purépechas, entre otras, inundaron las calles con danzas, música y atuendos tradicionales, reafirmando así su identidad y buscando una visibilización profunda. Bajo el ritmo de la tambora y ataviados con trajes típicos, 16 comunidades indígenas desfilaron por la avenida Reforma, un evento que, aunque impactó en la circulación vehicular, transformó la ciudad en una celebración vibrante y festiva.

En una acción histórica y de alto significado para los pueblos originarios de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador estampó su firma en un decreto que busca no solo reconocer, sino también proteger, preservar y salvaguardar los lugares y sitios sagrados de los pueblos huichol, cora, tepehuano y mexicanero, ubicados en los estados de Jalisco, Nayarit, Durango y San Luis Potosí. El acto tuvo lugar en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, en el contexto del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, reafirmando así un compromiso que había adquirido durante su visita a Santa Catarina Cuexcomatitlán, Jalisco, en septiembre del año anterior.

“Con la firma de este decreto damos atención a una demanda histórica de estos pueblos y reafirmamos nuestra convicción de que la transformación de México no solo es de carácter material, sino que tiene una dimensión profundamente espiritual. Es nuestro legado y es nuestro aporte al devenir histórico”, expresó el mandatario en su rueda de prensa diaria. A su vez, destacó que el decreto, que ya ha sido publicado en el Diario Oficial de la Federación, forma parte del Plan de Justicia para los pueblos indígenas de la región del Gran Nayar y apunta a reconocer y proteger con énfasis lugares sagrados tan emblemáticos como la Isla del Rey en San Blas, Nayarit; la Isla del Alacrán en Chapala, Jalisco; Cerro Gordo y San Bernardino de Milpilla en Durango; Wirikuta en Real de Catorce, San Luis Potosí; y Santa Catarina, en Jalisco.

El alcance de este decreto va más allá de una simple declaración. Para garantizar su cumplimiento y efectividad, se establece la creación de una comisión presidencial dedicada a coordinar la protección, preservación y salvaguardia de estos sitios sagrados y las rutas de peregrinación asociadas. Esta comisión, de vital importancia para el respeto y la preservación de la herencia cultural de los pueblos indígenas, es un paso tangible hacia la consolidación de una política de inclusión y respeto hacia estas comunidades ancestrales.

Durante la rueda de prensa, López Obrador también aprovechó para abordar la importancia de la comunicación veraz y honesta en el panorama actual. En este sentido, manifestó su respaldo a la idea de que México se convierta en el anfitrión de una cumbre continental de comunicadores independientes. El mandatario destacó que la mayoría de los habitantes de América se ven en la difícil posición de enfrentar un constante “bombardeo de mentiras”, y consideró fundamental brindar un espacio a aquellos comunicadores que, a través de las redes sociales y el periodismo alternativo, se apegan a la verdad en sus informes y análisis.

Un momento especialmente emotivo marcó el final de la conferencia de prensa. En respuesta a la solicitud de un periodista argentino, López Obrador permitió que este se le acercara, cumpliendo así el deseo previamente expresado por el comunicador de recibir un abrazo del presidente. Este gesto espontáneo y sincero cerró la conferencia con una nota de humanidad y conexión con los medios presentes.

El decreto firmado por el presidente López Obrador representa un hito en la protección y reconocimiento de la herencia cultural y espiritual de los pueblos indígenas de México. Además de ser un paso necesario hacia la inclusión y el respeto, es una clara muestra de que la transformación del país abarca no solo los aspectos materiales, sino también los aspectos esenciales de la identidad y el patrimonio de sus habitantes originarios. La comisión presidencial creada en virtud de este decreto será la encargada de asegurar que estas promesas y compromisos se cumplan, marcando un precedente significativo en el camino hacia la justicia y el respeto hacia las comunidades indígenas que tanto enriquecen el tejido cultural de México.