AMLO Impulsa una Revolución Judicial: El Poder del Pueblo en la Justicia Mexicana

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reafirmó su confianza en la estabilidad de su gobierno y descartó la posibilidad de que el Poder Judicial represente una amenaza para la Cuarta Transformación (4T). En una conferencia de prensa matutina celebrada en Palacio Nacional, el mandatario abogó por una reforma en el Poder Judicial que permita a los ciudadanos elegir a sus ministros, jueces y magistrados, en un esfuerzo por fortalecer la democracia y eliminar las influencias políticas.

Durante la sesión informativa, López Obrador subrayó su convicción en la importancia de abordar los problemas estructurales del Poder Judicial y destacó que la reforma propuesta busca garantizar que quienes ocupen cargos en el sistema judicial no estén comprometidos con ningún político o partido, sino con el pueblo al que deben servir.

“El mejor método para limpiar y purificar la vida pública es el método democrático”, declaró el presidente, haciendo hincapié en su compromiso con la participación ciudadana en la elección de funcionarios judiciales. Además, enfatizó que los avances en libertades y la consolidación de una verdadera democracia en México son evidentes en la actualidad, lo que reduce la posibilidad de una desestabilización por parte del Poder Judicial.

Al ser cuestionado sobre la existencia de presiones por parte del Poder Judicial que puedan poner en riesgo la estabilidad de su gobierno, López Obrador respondió con un rotundo “No, no creo”. Aseguró que el país atraviesa un momento estelar en el que se ejercen las libertades y se mantiene un equilibrio entre los poderes del Estado. Según el presidente, México ha dejado atrás una época en la que las injerencias políticas eran la norma.

El presidente también dirigió críticas hacia las escuelas de derecho y el desempeño de los despachos de abogados, así como otros miembros del sistema judicial, a quienes acusó de no dictar resoluciones a favor del pueblo. Para él, es fundamental que los ministros, jueces, magistrados y abogados se enfoquen en garantizar la justicia y velar por la protección de los derechos de la ciudadanía.

“Deben ocuparse de que no haya inocentes en las cárceles, de que nadie esté detenido por motivos políticos, y de que no existan personas encarceladas sin sentencia durante décadas”, enfatizó López Obrador. También subrayó la importancia de mejorar el funcionamiento de la defensoría de oficio para que los abogados de los sectores más vulnerables sean atendidos de manera adecuada y no queden relegados.

El presidente considera que una reforma estructural es necesaria, no solo en el ámbito judicial, sino también en las escuelas de derecho y la comunidad legal en general. Destacó que la revisión de estos aspectos es esencial para lograr una transformación profunda en el sistema de justicia del país. En su opinión, la participación del pueblo en la elección de funcionarios judiciales es un primer paso para alcanzar este objetivo.

En respuesta a un exhorto de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, que instó al presidente a respetar las atribuciones del Poder Judicial en relación con su presupuesto, López Obrador aclaró que el Ejecutivo carece de facultades para modificar los presupuestos de los Poderes Judicial y Legislativo, así como de los órganos autónomos como el Instituto Nacional Electoral (INE).

“Yo no tengo facultad para modificar el presupuesto, ni del Poder Judicial, ni del Legislativo. El Ejecutivo no tiene facultad para hacerlo”, reiteró enfáticamente el presidente. Aseguró que su responsabilidad se limita a recibir la propuesta presupuestal del Poder Judicial y enviarla tal como la recibe a la Cámara de Diputados para su análisis y aprobación.

El pronunciamiento de López Obrador refleja su firme compromiso con la independencia de los poderes del Estado y su interés en impulsar reformas estructurales que fortalezcan la democracia y la justicia en México. Aunque su propuesta de elección popular de funcionarios judiciales ha generado debate y discusión, el presidente continúa buscando vías para transformar el sistema judicial del país y asegurar que sirva mejor a los intereses de la ciudadanía.

La relación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial en México ha sido objeto de escrutinio y debate constante. La propuesta de López Obrador de permitir que los ciudadanos elijan a los ministros, jueces y magistrados es una medida audaz que busca abordar las preocupaciones sobre la influencia política en el sistema judicial. Sin embargo, su implementación plantea desafíos significativos y requeriría cambios en la Constitución y en la forma en que se seleccionan actualmente los funcionarios judiciales.

El presidente también ha enfocado la atención en la necesidad de mejorar la formación de abogados y la práctica legal en el país. Sus críticas a las escuelas de derecho y a los despachos de abogados subrayan la importancia de garantizar que los profesionales legales estén comprometidos con la justicia y la defensa de los derechos humanos.

En resumen, el presidente López Obrador está decidido a llevar a cabo reformas significativas en el sistema judicial de México para garantizar la independencia y la eficiencia de este poder del Estado. Su llamado a la participación ciudadana en la elección de funcionarios judiciales es un paso importante en esta dirección, y será interesante ver cómo evoluciona esta propuesta en el futuro y cuál será su impacto en la administración de justicia en el país.