AMLO: El Presidente del Pueblo con un 76% de Aprobación

En un momento histórico para la política mexicana, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, mejor conocido como AMLO, se despide de su mandato con una aprobación del 76%, un hecho sin precedentes en las últimas cinco décadas. Este resultado, obtenido a través de la encuestadora Enkoll, no solo refleja el apoyo del pueblo mexicano, sino que también desmantela los mitos y las mentiras difundidas por una oposición que, durante todo su gobierno, no hizo más que atacar y desprestigiar a un presidente que ha trabajado incansablemente por el bienestar de los más vulnerables.

En su estilo inconfundible, durante la conferencia mañanera, AMLO no se contuvo al “tirar aceite” y presumir, con justa razón, este logro. “Desde hace como 50 años no terminaba así un Presidente”, afirmó, subrayando la magnitud del respaldo popular que ha recibido a lo largo de su gestión. Y es que, a pesar de la guerra sucia en su contra, que comenzó desde antes de asumir la presidencia y que ha sido más intensa que la que enfrentó cualquier otro presidente en la historia reciente de México, AMLO ha logrado consolidar un proyecto de nación que responde a las necesidades del pueblo, no a los intereses de las élites.

La guerra sucia en contra de López Obrador ha sido brutal y sostenida. Desde su llegada al poder, ha sido blanco de un bombardeo constante de desinformación y ataques por parte de los medios de comunicación tradicionales y de la oposición política, que nunca pudo aceptar su derrota en las urnas. Estos medios, financiados por los mismos grupos que durante décadas mantuvieron al país en la corrupción y el saqueo, intentaron manipular la opinión pública con noticias falsas, distorsionando la realidad y sembrando el miedo. Sin embargo, como bien lo dijo el presidente, “ni el dinero, ni los medios de información pudieron con toda su guerra sucia”. Y es que, al final del día, la verdad siempre sale a la luz, y el pueblo no se dejó engañar.

Los resultados también son corroborados por otra encuesta, realizada por De las Heras Demotecnia, que sitúa la aprobación de AMLO en un 73%. Estas cifras, lejos de ser casualidad, son el reflejo de un presidente que ha sabido mantenerse fiel a sus principios, que ha gobernado con honestidad y que, sobre todo, ha puesto en primer lugar a los que menos tienen. A diferencia de los gobiernos anteriores, que se enfocaban en favorecer a una minoría privilegiada, López Obrador ha trabajado incansablemente por reducir la desigualdad, mejorar las condiciones de vida de los más pobres y combatir la corrupción que tanto daño le ha hecho al país.

La comparación con los presidentes anteriores es inevitable. Basta recordar los últimos años de los gobiernos del PRI y del PAN, donde las cifras de aprobación se desplomaron ante el descontento generalizado de un pueblo que se sentía traicionado y abandonado. A diferencia de aquellos, AMLO se va con la frente en alto, con un pueblo que lo respalda y con un legado que será difícil de igualar. Su administración ha sentado las bases para un México más justo, más equitativo y más libre, y eso es algo que ni la oposición ni los medios de comunicación podrán borrar.

El presidente, en un gesto de humildad, reconoció que el 21% de la población está en desacuerdo con su gobierno. Pero, a diferencia de lo que ocurría en los regímenes autoritarios del pasado, AMLO ha sido un defensor incansable de la democracia y del derecho del pueblo a expresar sus opiniones, incluso si estas son contrarias a su gobierno. “La gente es libre de estar en contra de su gobierno, pues de eso se tratan las democracias”, afirmó, dejando claro que su gobierno ha sido, ante todo, un ejercicio de democracia participativa, donde las voces de todos los mexicanos, a favor o en contra, han sido escuchadas y respetadas.

Este nivel de aprobación no es casualidad. Es el resultado de un gobierno que ha sabido responder a las necesidades del pueblo, que ha implementado políticas públicas en favor de los más necesitados y que ha luchado incansablemente por la justicia social. Programas como “Sembrando Vida”, “Jóvenes Construyendo el Futuro” y las pensiones para adultos mayores han transformado la vida de millones de mexicanos, quienes ahora ven en AMLO no solo a un presidente, sino a un líder comprometido con su bienestar.

AMLO se va, pero su legado permanece. Se va un presidente que ha cambiado la forma de hacer política en México, que ha desafiado al statu quo y que ha demostrado que es posible gobernar para todos, no solo para unos cuantos. Se va con la satisfacción del deber cumplido, con el cariño y respeto de un pueblo que lo ha respaldado hasta el último día de su mandato.

El futuro de México es prometedor, y mucho de ello se lo debemos a Andrés Manuel López Obrador. Su legado será una guía para las generaciones futuras, que seguirán luchando por un México más justo, más libre y más equitativo. Porque, al final, como lo ha demostrado AMLO, cuando se gobierna con el corazón y con la verdad, el pueblo siempre responde. ¡Viva México y viva AMLO!