AMLO defiende la soberanía mexicana: Canadá también recibe respuesta firme sobre la Reforma Judicial
En un escenario internacional donde la soberanía y el respeto mutuo entre naciones son fundamentales, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha demostrado una vez más que su compromiso con la independencia de México no se limita a discursos internos. Esta semana, AMLO anunció que enviará una nota diplomática al gobierno de Canadá en respuesta a lo que considera una inaceptable injerencia en los asuntos internos del país, específicamente en relación con la Reforma Judicial propuesta por su gobierno y el partido Morena.
El contexto de esta situación se sitúa en la reciente intervención del embajador canadiense en México, Graeme C. Clark, quien expresó la preocupación de inversionistas canadienses sobre los posibles impactos de la reforma en el “vínculo de confianza” entre sus intereses y el gobierno mexicano. Es importante subrayar que este tipo de comentarios, provenientes de una figura diplomática de alto nivel, no son meramente observaciones; representan una postura oficial del gobierno de Canadá sobre una cuestión que, como bien lo ha señalado López Obrador, es de “estricto carácter interno”.
El Presidente ha sido claro y contundente: la Reforma Judicial es un tema que corresponde únicamente a las y los mexicanos. La intervención de Canadá en este asunto, bajo el pretexto de proteger intereses económicos, no solo es inapropiada, sino que pone en tela de juicio el respeto que ese país debería tener hacia la soberanía de México. En su conferencia mañanera, AMLO subrayó que esta no es la primera vez que su gobierno responde con firmeza ante lo que percibe como un intento de influir en decisiones soberanas; ya lo hizo anteriormente con Estados Unidos, enviando una nota diplomática por comentarios similares.
La reacción de AMLO no es una mera defensa de su propuesta de reforma; es una afirmación del principio de no intervención, un valor que ha sido pilar de la política exterior mexicana durante décadas. La Constitución mexicana es clara en este punto: ninguna nación, sin importar su poder económico o su relación histórica con México, tiene el derecho de intervenir en los procesos políticos internos del país. La postura de López Obrador reafirma este principio y deja claro que México no aceptará presiones externas, sin importar de dónde provengan.
En cuanto a la Reforma Judicial misma, vale la pena recordar que esta iniciativa busca transformar el sistema judicial mexicano, haciéndolo más eficiente, justo y accesible para todos los ciudadanos. Las reformas propuestas incluyen cambios significativos en la manera en que se seleccionan y evalúan a los jueces, con el fin de erradicar la corrupción y asegurar que la justicia sea imparcial y verdaderamente al servicio del pueblo, no de intereses privados o extranjeros. Es comprensible que quienes han lucrado con la ineficiencia y corrupción del sistema actual se sientan amenazados, pero esto no justifica que un gobierno extranjero intente influir en un proceso que es, por naturaleza, soberano.
La posición de Canadá, al igual que la de Estados Unidos, refleja un patrón preocupante en el que algunos países creen que sus intereses económicos justifican intervenciones en los asuntos internos de otras naciones. Esta mentalidad es una reminiscencia de épocas pasadas, donde la soberanía de los países en desarrollo era frecuentemente socavada en nombre del “progreso” y la “seguridad”. Sin embargo, bajo el liderazgo de López Obrador, México ha demostrado que no permitirá que se repita esta historia.
El envió de la nota diplomática a Canadá es, por lo tanto, una acción correcta y necesaria. No solo reafirma la soberanía de México, sino que también envía un mensaje claro a la comunidad internacional: México está dispuesto a defender su derecho a decidir su propio destino, sin interferencias externas. Es un recordatorio de que la diplomacia debe basarse en el respeto mutuo y la no intervención, principios fundamentales del derecho internacional.
Este episodio también pone de relieve la importancia de la unidad nacional en torno a temas clave como la Reforma Judicial. Los intentos de actores extranjeros por influir en este proceso deben ser vistos con escepticismo y respondidos con una defensa vigorosa de la soberanía. En un momento en que México se encuentra en una encrucijada histórica, la postura firme de AMLO debe ser aplaudida y apoyada por todos los sectores de la sociedad.
Finalmente, es importante señalar que la relación entre México y Canadá, si bien históricamente amistosa, no puede estar exenta de tensiones cuando se trata de proteger la soberanía nacional. El respeto mutuo implica reconocer que cada país tiene el derecho de gestionar sus propios asuntos sin interferencias externas. AMLO, al poner en su lugar al gobierno de Justin Trudeau, está no solo defendiendo los intereses de México, sino también sentando un precedente sobre cómo deben manejarse las relaciones internacionales en el siglo XXI.
En conclusión, la respuesta de AMLO a la injerencia canadiense es una reafirmación del compromiso de su gobierno con la soberanía y la independencia de México. Es una postura que debe ser respaldada por todos aquellos que creen en el derecho de los pueblos a determinar su propio futuro, libre de presiones externas. La Reforma Judicial es un tema interno, y como tal, debe ser discutido y decidido exclusivamente por los mexicanos, sin injerencias de ningún tipo.