AMLO Acusa: Propietarios de Medios Orquestan Campaña en su Contra

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, arremetió hoy contra los propietarios de empresas de comunicación y acusó directamente su involucramiento en una campaña en su contra. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, el mandatario hizo hincapié en que las acciones emprendidas para desacreditar a su gobierno tienen su origen en las altas esferas de estas compañías, más allá de los conductores de noticias a quienes calificó como simples “peleles”.

López Obrador, conocido por su franqueza y estilo directo, no titubeó al afirmar que “Acepto el desafío. ¡Qué bueno que se están ventilando estos asuntos! Así voy a dejar claro y manifiesto el bloque conservador en México, que le ha causado muchísimo daño al país y al pueblo”. En su incisiva declaración, el presidente cuestionó la independencia de los conductores de radio y televisión, sugiriendo que “ellos reciben órdenes para golpear”.

El presidente también puso en la mira al presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Reyes Rodríguez, señalando sus vínculos con el ex presidente Felipe Calderón. López Obrador insinuó que estos lazos explican las acciones del tribunal que, en su opinión, ha distorsionado sus expresiones para acusarlo de violencia política de género. “Es arriba, nada más que sepan que acuso recibo, porque es extremo”, expresó en un tono firme.

Uno de los temas que desató la furia presidencial fue la cobertura mediática en torno a su respuesta sobre los jóvenes secuestrados y posiblemente asesinados en Lagos de Moreno, Jalisco. López Obrador señaló que la campaña difamatoria en este caso es obra de los propietarios de medios de comunicación. “¿Quién es quién? ¿Que le voy a echar la culpa a los peleles? No, llegan y los contratan”, añadió.

El mandatario, visiblemente molesto por la información que circuló sobre sus expresiones en la conferencia previa, hizo hincapié en la manipulación mediática: “Es el colmo del cretinismo, inventar lo que no sucede y que va en contra de mis convicciones y principios, lo más importante en mi vida. Mi humanismo. Creen que soy igual que ellos, pero todo es por el hambre del dinero. Están acostumbrados a saquear”.

La relación entre el gobierno y los medios de comunicación ha sido tema de debate constante desde que López Obrador asumió la presidencia en 2018. Su administración ha adoptado un enfoque crítico hacia ciertos medios, acusándolos de sesgo y manipulación informativa. Los propietarios de medios, por su parte, han argumentado que su cobertura es independiente y refleja la diversidad de opiniones en el país.

El presidente también expresó su descontento con la actuación del TEPJF al ordenar la eliminación de dos conferencias de las redes gubernamentales en las que denunciaba la distorsión de sus expresiones en relación a la senadora Xochitl Gálvez. En dichas intervenciones, López Obrador había destacado la forma en que se acordó su postulación. “Esto es un atentado contra la libertad de expresión”, afirmó.

La respuesta de los medios y la comunidad política no se hizo esperar. Voces críticas acusaron al presidente de intentar desviar la atención de los problemas reales del país, como la inseguridad y la economía. Por su parte, los propietarios de medios de comunicación rechazaron las acusaciones y reafirmaron su compromiso con el periodismo independiente y la búsqueda de la verdad.

En medio de esta controversia, los analistas políticos debaten sobre la influencia real de los medios en la opinión pública y si realmente existe un complot en su contra. Mientras tanto, el presidente López Obrador no parece dispuesto a ceder en su postura y continúa confrontando a aquellos a quienes considera detractores de su gobierno.

En conclusión, la confrontación entre el presidente López Obrador y los propietarios de medios de comunicación sigue escalando, y sus declaraciones incendiarias no hacen más que aumentar la polarización en el país. Mientras unos ven en estas acusaciones un intento legítimo de denunciar la manipulación mediática, otros las critican como una estrategia para desviar la atención de los verdaderos problemas nacionales. En este enfrentamiento de palabras y percepciones, México busca encontrar un equilibrio entre la libertad de expresión y el papel de los medios en la construcción de la opinión pública.